El deseo de tener una niña: Examinando teorías y prácticas para influir en el sexo del bebé
Explorando el método Shettles y otras estrategias qué podrían influir en el sexo del bebé
El método Shettles sugiere programar las relaciones sexuales antes de la ovulación para aumentar las probabilidades de concebir a una niña | Daniel Thomas/UNSPLASH
Al momento de concebir muchas parejas tienen la ilusión de tener una niña, especialmente aquellos que tienen una familia rodeada de varones. Sin embargo, escoger el sexo del bebé no es algo científicamente comprobado.
Un estudio reciente elaborado en las universidades de Delft y Maastricht (Países Bajos), publicado en la revista Reproductive BioMedicine Online, revela que una alimentación previa de la futura madre rica en frutas y verduras puede ayudar a la concepción de niñas. Después de las pruebas, el resultado fue que el 80 % de las mujeres lograron una niña en la fecundación.
Por otro lado, existe otro tipo de teorías basadas en el método Shettles, para aumentar las posibilidades de concebir una niña. Dicha técnica se basa en programar las relaciones sexuales.
¿Cómo programar las relaciones sexuales?
El método de Shettles recomienda tener relaciones sexuales de cinco a tres días antes de la ovulación, luego abstenerse hasta que la ovulación haya pasado, debido a que una nueva remesa de espermatozoides masculinos, que son más rápidos, uno de ellos podría llegar a fecundar el óvulo antes que los femeninos.
Para llevar a cabo este método es importante conocer el día exacto de la ovulación, además de que no existan otros factores que puedan alterar el resultado.
Según el portal de guía infantil, para saber cuando se produce la ovulación en el ciclo de la mujer, puedes puedes tomarte la temperatura corporal todos los días para calcular el momento de la ovulación, utilizar un kit de predicción de la ovulación o utilizar nuestra calculadora de la ovulación.
No obstante, es importante tener en cuenta que este método no tiene una garantía de éxito del 100%, ya que la determinación del sexo del bebé sigue siendo en gran medida aleatoria y depende de varios factores genéticos y biológicos.
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