Los peligros para los niños que usan regularmente chanclas y suecos

Cuando llega el verano aparecen las opciones más cómodas para llevar una indumentaria más relajada sobre todo para los más pequeño de la casa.

Los expertos alertan que el uso prolongado de chanclas y suecos pueden traer serias consecuencias para los más pequeños de la casa, entre ellos caminar, en  los pies, la columna, la cadera o las rodillas.

El Dr. César Galo García Fontecha, especialista en Ortopedia Pediátrica del Hospital Universitario Vall d’Hebron, la Clínica Corachán y el Hospital Delfos de Barcelona, explicó que el niño siempre está jugando continuamente y por eso el calzado que use debe recoger todo el pie y no salirse con facilidad. 

"Diversos estudios biomecánicos demuestran que un calzado que no se sujeta al pie, como las chanclas, provocan gestos inadecuados en el pie y los dedos para evitar perder el calzado al caminar o correr. Ello interfiere en el proceso de la marcha y puede provocar lesiones en pie y tobillos"

• Provoca fascitis plantar: Esto se debe a la tensión con la que caminamos y la rigidez en la interior del talón. Esta parte se sobrecarga demasiado, provocando inflamación y dolor.
• Tendón de Aquiles: Se suele sobrecargar y puede llegar a romperse provocando además molestias y tensión en los gemelos, las rodillas e incluso las caderas y las vértebras.
• Infecciones dermatológicas: Nos exponemos a que la piel esté seca y agrietada promoviendo infecciones. 

También la piel puede quemarse porque los pies están expuestos al sol. La recomendación es aplicar una crema con protector solar alto. 

Al usar este tipo de calzado los esguinces u otro tipo de accidentes podrían volverse más regulares.

"El pie del niño está en desarrollo y precisa estímulos biomecánicos adecuados para ello. Esto es especialmente importante los primeros años de vida, que es cuando se desarrollan las habilidades motoras de la marcha, la carrera y el salto" - nos recuerda el Doctor Fontecha.

"Podemos considerar que hacia los cuatro años el pie ya es maduro desde un punto de vista mecánico y hacia los 10 años ya presenta una anatomía similar a la del adulto" - comenta el experto.

Consejo: Limitar el uso de chanclas o calzado tipo crocs exclusivamente para playa y piscina. Lo más adecuado es usar un tipo de calzado pero que sea semiabierto y que sujete el tobillo. La suela debe amortiguar los pasos.

Además, el Doctor Fontecha aconseja tener en cuenta lo siguiente, con respecto al uso de crocs:

"Este tipo de calzado aporta una mayor protección al pie, especialmente a los dedos y dorso del pie, pero siguen teniendo el inconveniente de que el niño se descalza muy fácilmente al correr o saltar. Una manera de evitarlo es que recojan por detrás con una goma o banda con velcro, y si no es así, el problema puede minimizarse si la copa del talón es profunda para dar una cierta sujeción posterior"

Con información de Bebes y más. 

En esta nota

• Niños
• Maternidad
• Familia