El raro caso del hombre que desarrolló acento irlandés debido a su cáncer de próstata
Meses después de ser diagnosticado con cáncer de próstata, el hombre notó un cambio en su tono y modo de hablar.
Tras su diagnóstico de cáncer de próstata, el hombre regresó al médico meses después porque notó que hablaba con acento irlandés. | Freepik
Una prestigiosa revista compartió el extraño caso de un hombre de Estados Unidos que fue diagnosticado con cáncer de próstata, pero lo raro fue que la enfermedad le provocó que comenzará a hablar con acento irlandés meses después de la detección del padecimiento.
La publicación médica, compartida en BMJ Case Reports, describió el caso de un hombre de unos 50 años que desarrolló acento irlandés 20 meses después del diagnóstico de cáncer de próstata, por lo que fue al doctor tras notar un cambio en su tono y modo de hablar.
En el artículo se mencionó que el hombre no tenía antecedentes irlandeses ni tampoco presentó anomalías en el examen neurológicos, antecedentes psiquiátricos o resonancia magnética del cerebro al comienzo de los síntomas. Su caso fue compatible con el síndrome de acento extranjero (FAS, en inglés).
METÁSTASIS CEREBRALES
Los académicos señalaron que la biopsia realizada al hombre confirmó la transformación a cáncer de próstata neuroendocrino de células pequeñas (NEPC) y que, a pesar de la quimioterapia, el NEPC del hombre progresó y dio como resultado metástasis cerebrales multifocales.
También indicaron sobre una probable parálisis ascendente paraneoplásica que condujo a su muerte.
Los especialistas reportaron el síndrome de acento extranjero (FAS) como la manifestación de presentación de la transformación a NEPC de células pequeñas, un fenómeno que, según mencionaron en BMJ, no ha sido descrito previamente.
Cabe mencionar que el cáncer de próstata es el tipo de cáncer que más afecta a los hombres y que se desarrolla principalmente en varones de edad avanzada.
De acuerdo con la constituye la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), esta enfermedad constituye la segunda causa de mortalidad por cáncer en varones (por detrás del cáncer de pulmón y colorrectal).
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