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Alimentación

Viscosidad en el jamón y las salchichas: ¿Lavar estos embutidos sirve de algo?

Algunas personas enjuagan el jamón y las salchichas cuando ven que tienen esa viscosidad. 

Por Alejandra González

Algunas personas enjuagan el jamón y las salchichas cuando adquieren esa viscosidad.(Imagen por azerbaijan_stockers en Freepik)

Algunas personas enjuagan el jamón y las salchichas cuando adquieren esa viscosidad. | Imagen por azerbaijan_stockers en Freepik

Dentro del grupo de los embutidos se encuentran el jamón y las salchichas, dos alimentos que suelen ser muy consumidos pero que se recomienda comer en la menor medida posible por su asociación con un mayor riesgo de cáncer, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

A estos dos alimentos se les puede conservar por cierto tiempo en el refrigerador, pero con el paso de los días es normal ver como se tornan viscosos y con algo que parece como baba.

Para algunas personas, el jamón y las salchichas con ese líquido blanquecino puede ser desagradable y piensan que lavarlos es una buena idea para retirar esa viscosidad, pero ¿realmente es una buena idea? ¿Qué es esa baba?

Los embutidos, como el jamón y las salchichas, pueden ponerse viscosos conforme pasan días en el refrigerador. Foto de Mettfluencer Mett Lifestyle en Unsplash
Los embutidos, como el jamón y las salchichas, pueden ponerse viscosos conforme pasan días en el refrigerador. Foto de Mettfluencer Mett Lifestyle en Unsplash 

¿LAVAR O NO LA VISCOSIDAD DE LOS EMBUTIDOS?

El Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) explica que esa viscosidad en realidad se trata de bacterias acido lácticas que han crecido dentro del paquete por el contenido de carbohidratos en el producto cárnico y también hay un alto contenido de humedad en el interior.

Estas bacterias son benignas, es decir, no causan ningún daño a la salud, pero sí provocan un olor y sabor ácido.

En estos casos, la primera recomendación es no comer los embutidos, pues no se sabe si otros tipos de bacterias han crecido en ellos.

Sin embargo, si hay insistencia por comerlos, sí se pueden enjuagar con agua, resalta el CIAD, pero sí el mal olor no se va, lo mejor es evitar su consumo porque hay un riesgo mayor de enfermedades gastrointestinales.

Además de revisar la fecha de caducidad, el CIAD recomienda guardar todos los embutidos en bolsas de plástico herméticas y en refrigeración, ya que de esta forma se reducirá la proliferación de bacterias.

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