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Maternidad

¿Por qué los abrigos abultados y los asientos para niños pueden ser mala combinación?

Los padres pueden seguir unos pasos para probar el si abrigo que le pusieron a sus hijos no afecta a la seguridad de la silla para el coche. 

Por Alejandra González

Los padres deben tomar algunos consejos en cuenta al momento de colocar a sus hijos en la silla para el coche.(Pixabay)

Los padres deben tomar algunos consejos en cuenta al momento de colocar a sus hijos en la silla para el coche. | Pixabay

Las temperaturas bajas y el clima muy frío obliga a que las madres y padres abriguen bien a sus hijos y en ocasiones esto significa vestirlos con chamarras o abrigos abultados, lo que puede convertirse en un obstáculo para la protección de los menores en un accidente automovilístico, explica un artículo de Clínica Cleveland. 

La pediatra de esta institución de salud, Kimberly Giuliano, detalla que los niños no deben utilizar abrigos voluminosos debajo del arnés del asiento del coche, especialmente aquellos acolchados con relleno de plumas, porque pueden ocasionar que el arnés de seguridad sea ineficaz e inseguro si ocurre un accidente. 

Los bebés con abrigos muy abultados pueden correr riesgo en la silla de seguridad del coche ante un accidente. Foto: Pixabay

De acuerdo con la especialista, cuando se presenta un accidente automovilístico extremo, la fuerza violenta creada por el impacto comprime las voluminosas capas del abrigo y puede lanzar al niño hacia adelante contra las correas e incluso si el menor permanece en el asiento, corre el riesgo de lesionarse el pecho, la cabeza y el cuello. 

Esos abrigos grandes y voluminosos causan demasiada separación entre el cinturón y el niño. En un choque, el niño corre el riesgo de deslizarse por debajo de las correas”.

Incluso en choques menos intensos, un abrigo de invierno voluminoso permite demasiado movimiento en ese espacio, lo que puede provocar lesiones en la cabeza y el pecho, agrega la pediatra. 

CONSEJOS A TOMAR EN CUENTA PARA UN AJUSTE ADECUADO

Giuliano recomienda quitar el abrigo de invierno a los niños una vez que estén dentro del automóvil. Después de atarlos cómodamente, sugiere cubrir a los más pequeños con una manta o poniendo el abrigo hacia atrás con los brazos.

La experta subraya que no se recomiendan las mantas sueltas para bebés menores de 1 año de edad que no puedan quitarse la manta de la cara.

Para probar si el abrigo es demasiado grueso para un  asiento de automóvil se pueden poner a prueba estos consejos:

  1. Sujeta a tu hijo al asiento con el abrigo puesto.
  2. Desabrocha las correas sin aflojarlas y quita el abrigo.
  3. Vuelve a abrochar las correas y revisa si hay suficiente espacio para colocar la mano entre las correas y el menor. 
  4. Si hay espacio para una mano, el abrigo es demasiado grueso para usarlo en el asiento del automóvil.
     

Giuliano recuerda que la clave es que el cinturón de seguridad debe estar apretado contra el bebé y no estar separado por capas de tela o plumón. 

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