Consejos prácticos para reducir los gases intestinales
La moderación en el consumo de bebidas gaseosas y carbonatadas puede ser útil para reducir la acumulación de gases
Los gases o flatulencias, es el aire en el intestino que sale a través del recto. Según el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, (NIH por sus siglas en inglés), normalmente estos son causado por el aire que se traga al comer y beber. El aire tragado que no sale del estómago al eructar podría pasar a los intestinos y salir por el ano.
Pero además, algunos alimentos y bebidas contienen carbohidratos (azúcares, almidones y fibra) que no se pueden digerir por completo, los cuales pasarán al intestino grueso, donde las bacterias los descomponen y forman gases.
Es posible que una persona tenga más síntomas de gases si traga más aire o consume mayores cantidades de ciertos alimentos y bebidas.
¿Cómo evitar el exceso de gases?
Eliminar ciertos alimentos. Según los expertos hay ciertos tipos de alimentos que son más propensos a producir gases entre ellos se encuentran: los frijoles, guisantes, lentejas, repollo, cebollas, brócoli, coliflor, alimentos integrales, hongos, ciertas frutas y cerveza y otras bebidas con gas
Lee las etiquetas. Los lácteos pueden representar una preocupación y puede ser posible que tengas cierto grado de intolerancia a la lactosa. Presta atención a lo que comes y comienza a considerar probar las opciones de productos lácteos con menor contenido de lactosa o libres de lactosa.
Come menos alimentos grasos. La grasa retrasa la digestión y le da a la comida más tiempo para fermentar.
Reduce temporalmente el consumo de alimentos con alto contenido de fibra. La fibra tiene muchos beneficios, pero muchos alimentos con alto contenido de fibra también son grandes productores de gases. Después de quitarlas de tu dieta, vuelve a añadir fibras a tu dieta lentamente.
En muchos casos, una combinación de factores puede contribuir al exceso de gases. Si los problemas de gases son persistentes o preocupantes, es aconsejable hablar con un médico o un profesional de la salud para determinar la causa subyacente.
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