Escuelas de Missouri recurren a las nalgadas para estudiantes: ¿Qué tan efectivo es?
Un distrito escolar de Missouri permitirá que los estudiantes sean golpeados por sus profesores por petición de los padres
Castigo escolar | UNSPLASH
Este nuevo ciclo escolar, algunas escuelas del sur de Missouri, volvieron al antiguo método de los castigos físicos, como las nalgadas, como medida disciplinaria a los estudiantes según el diario local Springfield News Leader.
De acuerdo con la información, son los propios padres quienes han pedido implementar este nuevo tipo de medidas dentro de las escuelas según dijo Merlyn Johnson, superintendente de la escuela de Cassville. Los padres no quieren que sus hijos sean suspendidos, buscan otra opción "Y así, esta era otra opción que podíamos utilizar antes de llegar a ese punto", explicó.
El castigo físico, será el último recurso si otras medidas no funcionan, dijo Johnson. Deberá contar con la aprobación de los padres, será administrado por un director y en presencia de un testigo, además nunca se permitirá realizar en presencia de otros alumnos.
"Cuando sea necesario utilizar el castigo corporal, se administrará de forma que no haya posibilidad de que se produzcan lesiones corporales o daños. No se permite golpear a un estudiante en la cabeza o en la cara", informa el Springfield News-Leader. El único castigo permitido es "golpear las nalgas con una paleta".
¿Este método funciona?
De acuerdo con investigaciones, castigar a los menores con golpes, tiene el efecto opuesto a lo que los padres o educadores normalmente buscan, incluso entre más se castiga a los niños, más agresivos y antisociales se vuelven.
Un estudio realizado por la Universidad de Texas en Austin y la Universidad de Michigan, demuestra que los castigos corporales tienen un efecto negativo en los involucrados, pues segun la investigacion cuantos más azotes reciben, más probabilidades hay de que los niños desafíen a sus padres y experimenten comportamiento antisocial, agresión, problemas de salud mental y dificultades cognitivas.
“Nuestro análisis se centra en lo que la mayoría de los americanos reconocería como un azote y no un comportamiento potencialmente abusivo”, señala Elizabeth Gershoff, profesora de la Universidad de Texas y coautora del estudio. “Encontramos que el azote está asociado a resultados perjudiciales no intencionados y no con obediencia, que es lo que pretenden los padres que disciplinan a sus hijos”.
Pese a lo anterior, en esta escuela y en algunas otras de Estados Unidos, siguen implementado estas acciones como medidas disciplinarias. De acuerdo con los datos del Centro Nacional de Información Biotecnológica, alrededor de 160 mil estudiantes siguen siendo víctimas de castigos físicos en escuelas públicas.
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