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Alimentación

Conoce las consecuencias de consumir fructosa a diario

La fructosa por lo genera se encuentra de forma natural en las frutas y en el sirope de maíz. 

Vanesa Rojas

Las células que están en el  hígado son capaces de metabolizar la fructosa. Se sintetiza grasa, y acumula en este órgano hasta llegar desarrollar el 

Las células que están en el  hígado son capaces de metabolizar la fructosa. Se sintetiza grasa, y acumula en este órgano hasta llegar desarrollar el  "hígado graso no alcohólico". | Pixabay.

Hace unas décadas, la fructosa se encontraba de forma muy minoritaria en algunos alimentos porque solo se encontraban en frutas y algunas hortalizas.

En la actualidad la cantidad de esto ha aumentado por cuatro o cinco, y esto se debe a que hay muchos productos endulzados con fructosa. Estudios indican que alrededor del 10% de la ingesta energética diaria proviene de la fructosa.

De acuerdo a un estudiopublicado en la Escuela de Medicina de Harvard, el daño tipo hepático y coronario que causaría el consumo excesivo de fructosa se explica por la forma en que se metaboliza en el organismo.

Las células que están en el  hígado son capaces de metabolizar la fructosa. Se sintetiza grasa, y acumula en este órgano hasta llegar desarrollar el  "hígado graso no alcohólico".

30% de los adultos de países ricos pueden padecer de este trastorno. La cifra alcanza entre el 70% y el 90% en personas que sufren obesidad o diabetes. Sin embargo esto puede revertise ante la disminución de azúcares sencillos (azúcar de mesa, ya sea blanco o moreno, miel, pasteles, bollería o bebidas azucaradas, entre otros) y, en especial, de fructosa. 

También cuando hay presencia del consumo de fructosa en exceso, esto provoca cambios negativos en los niveles de lípidos en sangre. La ingesta de estos azúcares aumentan triglicéridos y el colesterol LDL (el "malo") en la sangre.

Asimismo se facilita  la acumulación de grasa alrededor de vísceras como el corazón e logra incrementar la presión arterial.  Estudios epidemiológicos recientes evidencian la relación entre ingestas elevadas de fructosa con una mayor probabilidad de desarrollar enfermedades coronarias y de mortalidad por esta causa.

 

Conviene recordar que los alimentos que más contribuyen a su ingesta son los productos dulces procesados. Aunque la fructosa genera e el cuerpo una respuesta glucémica pospandrial menor sigue provocando un aumento de azúcar en sangre más moderado.

La Asociación Americana de Diabetes como la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) alertan de que ingestas elevadas de fructosa pueden conducir a complicaciones metabólicas como dislipemia, resistencia a la insulina y un aumento de las reservas de grasa en los órganos.

Las personas diabéticas no deben abusar del consumo de este sobre todo estar vigilantes en aquellos que estén etiquetados como “aptos para diabéticos” o “sin azúcar”. Esto puede contener fructosa en sustitución del azúcar común. 

Con información de Consumer.es

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