Parto en el agua: ¿Hay peligros en algún momento para la madre y el bebé?

Esta técnica del parto en el agua se dio a conocer en los años 70 y tomó mayor auge en los 80.  Aquellos que apoyan la técnica dicen que realmente puede ayudar en la disminución del dolor, porque el agua puede favorecer con el tema de la dilatación, además de una mayor facilidad al momento de moverse y escoger una postura ideal.

Sin embargo si éste no se lleva a cabo de forma correcta puede traer problemas tanto para el bebé como para la mamá, por eso debe ser llevada por profesionales.

Este tipo de parto entra en la misma modalidad que el natural solo que se puede llevar a cabo desde casa o en un centro médico, pero lo mejor es siempre realizarlo en un centro asistencial para poder atender cualquier emergencia imprevista. 

Lo mínimo es una bañera, aunque se puede optar por otro tipo de piletas más grandes para mayor comodidad o para que también se pueda introducir la pareja de la parturienta.

Parto en agua: Hablemos de sus ventajas

El temperatura que se maneja para el parto en agua debe ser de 37 grados y así llevar a cabo mejor todo el proceso. En este momento, la mujer debe estar sumergida en el agua pero solo hasta el pecho pero no por un tiempo muy prolongado. 

1. Favorece la relajación muscular, además de disminuir el dolor.
2. Mayor facilidad de movimientos. 
3. Se puede acortar la duración del parto.
4. La tasa de episiotomías es baja.

Estudios señalan que es una manera muy positiva para el bebé porque la trasición del útero al exterior, el mejor medio es el acuático.

Inconvenientes del parto en el agua:

• Las contracciones pueden ser menos intensas y frecuentes.
• El parto se puede complicar y por eso debe estar siempre controlado por profesionales. 
• Se puede producir abundante sangrado.
   

Con información de WebConsultas. 

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