La lactancia materna y el vínculo emocional que se refuerza entre madre e hijo
Desde el 1 al 7 de agosto de cada año se celebra en más de 170 países la Semana Mundial de la Lactancia Materna, que es un período de vida donde la madre ofrece al bebé un alimento adecuado a sus necesidades.
La lactancia materna es un proceso en que la madre no solo le aporta al bebé su alimento único durante al menos los primeros seis meses de vida sino también se fortalece mucho más un vínculo emocional.
La leche se encarga de proteger el sistema inmunitario al bebé protegiéndolo de enfermedades de todo tipo como catarros, bronquiolitis, neumonía, diarreas, otitis, infecciones de orina, asma, alergia, obesidad, o diabetes.
Posteriormente de los seis meses el niño debe comenzar a recibir alimentos complementarios, pero sin abandonar la lactancia materna hasta los 2 años o más o hasta que la madre lo decida.
El apego del bebé con la madre se produce de forma instintiva sea lactante o no. Cualquier mujer, cuando escucha llorar a su bebé siente un impulso para saber qué le pasa y consolarlo. En el caso de la lactancia el pecho de la madre es la mayoría de las veces el consuelo del bebé.
La lactancia y otros beneficios
La lactancia contribuye a la salud y al bienestar de las madres, porque puede reducir el riesgo de muchas enfermedades como cáncer de ovario y mama y carece de riesgos para el medio ambiente.
Es importante destacar que se ha demostrado a través de varias investigaciones que las madres que lactan deben tener el apoyo necesario para iniciar y mantener las prácticas apropiadas de lactancia materna.
La OMS y Unicef indican que para que las madres puedan iniciar y mantener la lactancia materna exclusiva durante 6 meses, esto se debe iniciar en las primeras horas de vida del bebé, que el lactante solo reciba leche materna, que la lactancia se haga a demanda y que no se utilicen biberones, tetinas ni chupetes.
Con información de OMS y WebConsultas y Elbebé.com
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