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Bienestar y Belleza

Hipotensión: Causas y consejos para controlar la presión baja durante el verano

Durante el verano hay un mayor riesgo de una bajada de tensión. 

Redacción

La presión baja puede manifestar síntomas como mareos, vértigo o desmayos.(Unsplash)

La presión baja puede manifestar síntomas como mareos, vértigo o desmayos. | Unsplash

La presión o tensión arterial que la fuerza que ejerce la sangre cuando circula por las arterias. Es importante mantenerla dentro de niveles adecuados para una buena salud cardiovascular, sin embargo, DosFarma explica que hay personas propensas a la hipotensión o presión arterial baja. 

Los expertos de esta farmacia online señalan que para estar personas, en el verano pueden aumentar las probabilidades de sufrir una bajada de tensión, por lo que pueden afrontar mareos, vértigos, desmayos o incluso taquicardias. 

Asimismo, indican que hay personas que pueden tener valores bajos de tensión arterial sin sufrir ninguna molestia. 

Durante el verano es mayor el riesgo de hipotensión. Foto: Unsplash

 

 

CAUSAS

Los motivos de la hipotensión pueden ser muy diversos. Los más frecuentes son:

  • Causas genéticas

Tener hipotensión por motivos genéticos es más frecuente entre las mujeres y las personas delgadas.

  • Pérdidas bruscas de sangre

Si hay una lesión que produzca una bajada en el nivel de sangre, caerá la presión arterial. Al haber menos sangre circulando por las arterias, esta generará menos fuerza.

Además, las pérdidas grandes de sangre pueden producir anemia, una condición que hace que la sangre tenga menos glóbulos rojos de lo normal. En ese caso, se produce una caída en la cantidad de hierro, el nutriente necesario para fabricar glóbulos rojos.

Este es otro de los motivos por los que las mujeres son más propensas a la hipotensión que los hombres. En la menstruación, se pierde gran cantidad de sangre, de forma lenta pero durante varios días, lo que produce una caída en el nivel de hierro y en la tensión.

  • Levantarnos muy rápido

En este caso, se denomina hipotensión ortostática o postural. Se presenta cuando una persona se incorpora después de haber estado bastante tiempo sentada o tumbada. Puede producir mareos, visión borrosa o desorientación.

Esto se debe a que, al cambiar de posición, la sangre se acumula en las piernas y el abdomen, lo que reduce la cantidad que vuelve al corazón. Por lo general, se trata de molestias que no duran más que unos segundos.

  • Deshidratación

La sangre contiene una gran cantidad de agua. Si no se mantiene un nivel adecuado de líquidos en el cuerpo, reduce el volumen de sangre.

  • Alcohol

El alcohol, aunque sea un líquido, favorece la deshidratación. Las bebidas alcohólicas afectan a la producción de la hormona antidiurética o ADH, que interviene en el equilibrio de los líquidos del cuerpo.

Esta hormona controla la cantidad de agua que reabsorben los riñones. Sin embargo, el alcohol bloquea la ADH, por lo que el agua no se reabsorbe y se elimina más a través de la orina.

  • Comidas copiosas

Después de comer, la sangre viaja hasta el aparato digestivo para ayudar en la digestión, con lo que se reduce la cantidad en el resto del cuerpo y cae la presión.

  • Infecciones generalizadas por el cuerpo: shock séptico

Cuando se produce una infección grave, las bacterias dejan la zona infectada y entran en el flujo sanguíneo, pudiendo causar daño tisular y disminuir la presión arterial. En este caso, el descenso es muy severo y puede ser mortal. Hay diversos factores de riesgo de sufrir un shock séptico, como tener diabetes, leucemia o haber recibido un trasplante recientemente.

  • Ciertas enfermedades

Las personas con insuficiencia cardíaca, diabetes, pericarditis, hipotiroidismo o arritmias cardiacas son más propensas a la hipotensión. También una reacción alérgica grave puede provocar una bajada peligrosa.

  • Algunos medicamentos

La ingesta de ciertas medicinas puede afectar a los niveles de presión arterial. Es el caso, por ejemplo, de los ansiolíticos o diuréticos.

  • Embarazo

El sistema circulatorio se va expandiendo durante la gestación, lo que puede provocar una caída de la tensión arterial. No obstante, se recuperan los niveles habituales después del parto.

DISMINUYE RIESGO DE HIPOTENSIÓN

Aunque, como se ha visto, son muchas las posibles causas de una eventual bajada de tensión, no todas se pueden evitar, como la propensión genética, perder sangre bruscamente, tener una enfermedad o sufrir una infección grave. Sin embargo, hay otras que sí se pueden prevenir, especialmente en verano.

Los expertos de DosFarma dan una serie de consejos para reducir el riesgo de sufrir una bajada de tensión en verano:

  • Levantarse despacio

En vacaciones, es habitual pasar tiempo descansando en una misma postura, lo que puede motivar la hipotensión postural, es decir, que haya una descompensación entre el volumen de sangre de la parte inferior del cuerpo y el de la superior y uno se maree al levantarse.

Por ello, hay que hacerlo despacio. Además, si es posible, es mejor no pasar mucho tiempo en posición horizontal; por ejemplo, se puede dormir la siesta con una almohada bastante alta, para incorporarse con menos esfuerzo.

  • Beber líquidos con frecuencia

En verano, la deshidratación es la causa de bajadas de tensión que más hay que controlar. Las altas temperaturas aumentan la sudoración y hacen que se elimine una mayor cantidad de líquidos, que se deben reponer. Asimismo, el calor puede dilatar los vasos sanguíneos, lo que hace que la sangre no ejerza tanta fuerza al pasar a través de las arterias.

Es imprescindible beber agua con regularidad y no esperar a tener sed. Puede compaginarse con muchas otras bebidas, como infusiones. La sequedad en la boca, el pulso acelerado o la desorientación son algunos de los síntomas de la deshidratación.

Si se notan algunos de ellos, hay que actuar con rapidez para evitar una bajada de tensión. Es conveniente tumbar o acostar a la persona cuando antes para evitar que se caiga si se marea o desmaya. Poner los pies en alto, por encima de la altura del corazón y beber líquidos, por si fuera causada por una deshidratación.

  • Comer poco y cada pocas horas

Las vacaciones suelen ir acompañadas de comidas copiosas. Nos reunimos con familiares y amigos, salimos a cenar a restaurantes o bufets... Sin embargo, una digestión pesada obliga a desplazar más sangre al aparato digestivo, por lo que es mejor opción tomar pequeñas raciones y con cierta regularidad.

  • Tomar alimentos que ayuden a subir la tensión

La sal es la fuente principal de sodio, un nutriente esencial para el organismo que influye en la presión arterial. Las personas que sufren hipertensión deben llevar una dieta pobre en sodio, pero quienes tienen unos valores bajos pueden utilizarlo para equilibrarlos.

Sin embargo, es muy importante no superar los 5 g diarios recomendados de sal. 

  • No tomar alcohol

Las bebidas alcohólicas disminuyen la tensión arterial hasta 12 horas después de su ingesta y, como hemos mencionado anteriormente, inhiben la acción de la hormona antidiurética y hace que entren más ganas de orinar. Por ello, hay que vigilar la combinación de altas temperaturas y bebidas alcohólicas, muy típica de las vacaciones de verano.

  • Evitar las horas de mayor calor

Las altas temperaturas favorecen la sudoración excesiva y la pérdida de líquidos. Por eso, es importante evitar cualquier actividad física intensa o estar al aire libre entre las 12:00 y las 17:00 horas o en otros lugares de 10:00 a 16:00 horas. Igualmente, es mejor no utilizar saunas ni darse duchas muy calientes.

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