Estudio que confirma que la siesta es una aliada para la salud cognitiva
Descubre por qué las siestas regulares pueden ser clave para una mente y un cuerpo más sano.
Las investigaciones demuestran que una siesta corta puede potenciar la memoria y mejorar la salud cerebral | Matheus Vinicius/unsplash
Una investigación publicada en Sleep Health, ha demostrado como las siestas regulares pueden ser beneficiosas para la salud y el cerebro. Los investigadores analizaron datos del Biobanco del Reino Unido, que incluían información sobre la salud, genética y estilo de vida de 500 mil personas de entre 40 y 69 años.
El volumen total del cerebro es una medida importante de la salud y puede indicar el riesgo de mortalidad según los científicos, aunque no se encontró una correlación entre las siestas diurnas y los resultados cognitivos y la memoria visual.
Los investigadores del University College London y la Universidad de la República en Uruguay destacan que existe un tiempo estimado para obtener beneficios mediante la siesta. Además sugieren que al excederse podría haber complicaciones, ¿cuáles son?
Siesta de 20 minutos
De acuerdo con este estudio y otra anteriores, la siestas de 30 a 90 minutos pueden mejorar la memoria y disminuir el riesgo de presión arterial, pero pasando los 30 minutos podrían entrar complicaciones asociadas con un mayor peso corporal, niveles altos de azúcar, presión arterial alta, y riesgo futuro de Alzheimer.
Es por ello que ahora los expertos en salud recomiendan que la duración de una siesta debería ser alrededor de 20 minutos, de esta manera obtendrías los beneficios y tu siesta no sería un problema con el sueño nocturno. Sin embargo, si necesitas dormir largas siestas podría ser un indicador de mala calidad de sueño.
De ser así, para mejorar la calidad del sueño, se sugiere establecer una rutina para acostarse, mantener el dormitorio oscuro, tranquilo y fresco, evitar las pantallas antes de dormir y reducir el consumo de cafeína. Si persisten problemas de sueño, es recomendable hablar con un proveedor de atención médica para descartar posibles afecciones subyacentes, como la apnea del sueño.
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