Químicos denominados 'para siempre' podrían aumentar el riesgo de cáncer de hígado, según estudio
Aquellos que estaban más expuestos tenían hasta 4,5 veces más probabilidades de desarrollar cáncer.
Químicos que elevan el riesgo de padecer cáncer | UNPLASH
Un estudio de la Universidad del Sur de California (USC), en Los Ángeles , advierte que los productos químicos sintéticos comunes en los envases de alimentos y algunos utensilios de cocina pueden cuadruplicar el riesgo de cáncer de hígado.
Los expertos denominan coloquialmente "químicos para siempre" porque pueden tardar años en degradarse en el cuerpo o en el medio ambiente. Por otro lado, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades advierten que estos químicos están en todas partes, desde utensilios de cocina antiadherentes, agua del grifo, mariscos, ropa impermeable, productos de limpieza e incluso champú.
Una mayor exposición a los químicos aumenta el riesgo de cáncer
El equipo de la USC analizó a un grupo de más de 200 mil personas, entre ellas se eligieron a 50 de las cuales habían desarrollado cáncer de hígado para posteriormente hacer una comparación con otras 50 que no.
Para este estudio se revisaron muestras de sangre de los pacientes con cáncer antes de su diagnóstico y las compararon con el grupo de control de aquellos que nunca padecieron la enfermedad y descubrieron que muchas de las personas que eventualmente desarrollaron cáncer tenían múltiples tipos de químicos en el torrente sanguíneo.
Los niveles más altos también aumentaron el riesgo de una persona de tener cáncer. Su evaluación encontró que las personas en el 10 por ciento superior de la exposición a los productos químicos tenían 4,5 veces más probabilidades de sufrir cáncer.
PFAS alteran el metabolismo
Sin embargo, los productos químicos de para siempre se incrustarán en el hígado y, como resultado, alterarán significativamente sus procesos.
El equipo de la USC descubrió que el sulfato de perfluorooctano, a menudo denominado PFAS parece alterar el metabolismo de la glucosa, el metabolismo de los ácidos biliares y de los aminoácidos en el hígado.
Como resultado de la interrupción, se formará más grasa alrededor del hígado y pondrá a la persona en mayor riesgo de desarrollar la enfermedad del hígado graso no alcohólico.
Las personas que padecen esta afección tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de hígado. Ha habido un aumento en los casos en todo el mundo en los últimos años, que se cree que está relacionado con el aumento de las tasas de obesidad en muchas partes del mundo.
La mayoría de las proyecciones nefastas muestran que casi uno de cada tres estadounidenses sufrirá la afección para 2030.
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