¿Por qué algunas personas ponen sal en la esponja para lavar los trastes?
Esta es una práctica que ha generado curiosidad en los internautas.
Algunas personas agregan sal a la esponja para trastes. | Foto creada en Canva
Lavar los trastes es una de las tareas básicas del hogar y que se realiza con frecuencia debido a que se acumulan platos, vasos y otros utensilios después de cada comida.
Para llevar a cabo esta labor es común utilizar una esponja, la cual se recomienda cambiar cada cierto tiempo porque se considera uno de los artículos que más se contaminan en el hogar y que pueden ocasionar la propagación de bacterias.
Para cuidar ese aspecto, algunas personas aplican diversos consejos, como poner a hervir la esponja para platos, o uno que recientemente ha circulado en Internet que es el de agregar sal a este artículo.
¿POR QUÉ ALGUNAS PERSONAS PONEN SAL A LA ESPONJA PARA PLATOS?
Esta peculiar práctica ha generado cierta curiosidad y controversia en torno a sus beneficios y razones de uso. No obstante, estos son algunos de los motivos por los que lo hacen.
La sal ha sido utilizada desde tiempos ancestrales como un agente desinfectante y antiséptico. Muchas personas creen que al agregarla a la esponja de trastes, se potencia su capacidad para eliminar bacterias y gérmenes que se acumulan en la vajilla.
La sal actuaría como un complemento a los detergentes, ayudando a desinfectar de manera más efectiva.
Además de sus propiedades desinfectantes, se argumenta que la sal puede ser útil para eliminar olores persistentes de los trastes.
Al frotar la esponja con este ingrediente se cree que ésta absorbe los malos olores y deja la vajilla con una sensación de frescura. Sin embargo, es importante tener en cuenta que existen otros métodos y productos específicos para este propósito.
Aunque estas razones son citadas por aquellos que utilizan sal en sus esponjas de trastes, es importante destacar que no existen estudios científicos concluyentes que respalden su eficacia.
Los resultados pueden variar según el tipo de esponja, la concentración de sal utilizada y otros factores individuales. Por lo tanto, es recomendable tomar esta práctica con cierta cautela y utilizarla de manera responsable.
Además, es fundamental recordar que una buena higiene en la cocina se logra a través de una combinación adecuada de factores, como el uso de detergentes especializados, agua caliente, técnicas de lavado adecuadas y la frecuencia con la que se cambian las esponjas.
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