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Salud Mental

"Pórtate bien": ¿Cuál es el impacto para los niños de esta frase?

Muchas veces los niños no atienden la instrucción de portarse bien.

 

Por Vanesa Rojas

En vez de decir

En vez de decir "pórtate bien" hay que aplicar la disciplina positiva. | Pexels.

La mayoría de las veces que un adulto le prohíbe algo a un niño pareciera que lo obvian y continúan con ese comportamiento. 

Según la pedagoga y especialista en Atención Temprana Aglaía García Rodríguez explicó para El País que los menores con esta frase pueden no obedecer a la primera, mostrar disconformidad o enfado frente a esta petición paterna. 

“Tienen que comprender que el cerebro de los niños y el de los adultos es completamente distinto y este campo es relativamente nuevo para las familias”.

Los niños muchas veces no atienden la frase pórtate bien de las figuras de autoridad.  Pexels.
Los niños muchas veces no atienden la frase pórtate bien de las figuras de autoridad.  Pexels. 

Paula Suárez Gullón, también pedagoga, comentó que la expresión “pórtate bien” no es apropiada, porque no es La profesional asegura que no es un lenguaje que puede aplicarse a todos los momentos que forman parte del proceso educativo. 

“Cuando un niño escucha esto por parte de un padre o un profesional educativo, paradójicamente no da lo mejor de sí. Y, además, hay que preguntarse por qué ocurre esto y por qué el menor actúa de un modo que el adulto rechaza, pudiendo ser por cansancio, angustia, estrés, desmotivación o frustración”.

Hay que establecer pautas y límites y secuenciar los tiempos de forma consensuada. También se debe permitir que se sientan protagonistas de sus acciones y de sus logros.

CRIANZA POSITIVA 

Lucie Cluver, profesora de trabajo social para los niños y las familias en la Universidad de Oxford y madre de dos niños pequeños, explica que la crianza positiva es clave porque ayuda a fomentar mejores relaciones y enseñar habilidades como responsabilidad, cooperación y autodisciplina.

“Los progenitores no quieren gritar ni pegarle a sus hijos. Lo hacemos a veces porque estamos estresados y no vemos otra solución”, dice la profesora. 

Por eso es clave planificar tiempo a solas con los hijos. Dedicarles al menos 20 minutos al día, incluso 5 minutos al día aprovechando otras actividades que se realizan juntos.

ELOGIAR A LOS NIÑOS 

Los progenitores muchas veces se centran mal en el comportamiento de los hijos, pero a los niños le gusta que los elogien. Les hace sentirse amados y especiales.  “Esto puede animarle a portarse bien, y hará que sea menos necesaria la disciplina”.

Otro aspecto a resalta es establecer expectativas claras. Por ejemplo: Pedir a los niños que permanezcan callados durante un día entero quizás no sea tan fácil como pedirle 10 minutos de silencio mientras se hablas por teléfono.  

Según Fondo Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), también hay que aprender a distraer a los niños de forma creativa, se puede conseguir desviar su energía hacia un comportamiento positivo. 

Hay que darle a los niños la oportunidad de hacer lo correcto explicando las consecuencias que puede tener su mal comportamiento. 

“Por ejemplo, si quieres que tu hijo deje de pintar en las paredes, puedes decirle que si no para, vas a poner fin a su tiempo de juego”.

Si persiste la conducta entonces aplicar las consecuencias tranquilamente y sin mostrar enojo. Si se consigue hay que felicitarlo y felicitarse como padres.

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