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Salud Mental

Piedad, la niña de 12 años que envenenó a sus 4 hermanitos por estar harta de cuidarlos

Piedad acabó con la vida de sus hermanos por orden de edad, del menor al mayor. 

Por Alejandra González

Piedad confesó que asesinó a sus cuatro hermanos menores.(Internet)

Piedad confesó que asesinó a sus cuatro hermanos menores. | Internet

Una niña de 12 años pasó a la historia de Murcia, España, desde 1965 por convertirse en "la letal envenenadora" tras asesinar a sus cuatro hermanos menores. 

De acuerdo con medios españoles, Piedad Martínez del Águila, quien formaba parte de una familia numerosa, humilde y trabajadora, acabó con la vida de sus hermanos, uno tras otro por orden de edad, del menor al mayor. 

La menor era la mayor de las mujeres pero la tercera en orden de un grupo de 8 hermanos y al estar harta de cuidar a sus hermanos menores cuando sus padres se iban a trabajar y de encargarse de las labores del hogar, Piedad envenenó y asesinó a los niños. 

MURIÓ UN HERMANITO CADA CINCO DÍAS

El 4 de diciembre de 1965 falleció misteriosamente la más pequeña de la familia, Mari Carmen de 9 meses de edad. El médico diagnosticó muerte por meningitis. 

Cinco después después murió el segundo de los hermanos Martínez del Águila de 2 años y nuevamente se dijo que falleció por meningitis. 

No obstante, la duda surgió cuando cinco días más tarde murió el siguiente, Fuensanta, de 4, así que surgió la sospecha de lo que estaba pasando y el doctor decidió no firmar el acta de defunción y acudir con las autoridades para exponer lo que sucedía en la familia, pues tres muertes en ese periodo de tiempo tan corto no era usual. 

El caso de Piedad y la muerte de sus hermanos dio de qué hablar a los medios españoles. Foto: Internet

PENSARON QUE SE TRATABA DE UNA ENFERMEDAD

La situación causó alerta entre los vecinos que pensaron que la familia tal vez tenía una enfermedad contagiosa o un extraño virus que saltaba de hermano muerto a hermano vivo y comenzaron a evitarlos. 

Los Martínez del Águila ingresaron en el Hospital Provincial de Murcia y fueron sometidos a diversas pruebas, pero no se encontró nada extraño, por lo que se les dio de alta para que pasaran la Navidad en su casa. 

Sin embargo, el 4 de enero de 1966 murió el cuarto hermano, Andrés de 5 años. 

Los cuatro hermanos murieron en menos de un mes. Todos comenzaron a mostrar manchas rojas y después amoratadas, fiebre, fuertes convulsiones y desvanecimientos antes de fallecer. 

DESCUBREN QUE FUERON ENVENENADOS

De acuerdo con El Español, las vísceras de los niños Fuensanta y Andrés fueron enviadas al Instituto Nacional de Salud para analizarlas. Al no encontrar nada fueron remitidas al Instituto de Toxicología. Posteriormente los cuerpos de los niños fueron exhumados. 

Después el examen en el Anatómico Forense mostró lo que había sucedido con los niños: Todos fueron envenenados y se sospechó primero de los padres. 

Al padre le hicieron una evaluación de salud mental, mientras que la madre se mantuvo retenida en la sala de maternidad del Hospital Provincial San Juan de Dios debido a su avanzado estado de gestación. 

Los hijos también fueron entrevistados por los medios y las autoridades y fue Piedad quien despertó el interés de ellos porque se mostraba impasible y con un punto de perversión en la mirada. Además, era la encargada de cuidar a sus hermanos y la última persona a la que ellos vieron antes de morir. 

CONFESÓ LOS CRÍMENES

Un inspector le tendió una trampa y cuando la invitó a tomar algo comenzó a jugar con ella y simuló que iba a echar una bola de cloruro en su vaso de leche, pero la niña se lo impidió y le dijo que podía hacer mucho daño. 

El investigador insistió pero ella se negó a beberlo. Cuando le preguntó si era como lo que le había dado a sus hermanos. Piedad confesó que ella los mató, pero agregó que el asesinato de los tres primeros fue por orden de su madre, mientras que al último lo privó de su vida por su propio impulso. 

Posteriormente explicó cómo preparaba el veneno con unas pastillas que utilizaba para limpiar metales, así como con veneno para ratas y después lo colocaba en los vasos de leche. 

Según medios, Piedad estaba agobiada por preocuparse por sus hermanos y comenzó a envenenar a los más pequeños porque eran los que necesitaban más de su tiempo. La niña de 12 años quería estar libre y salir a jugar con sus amigas. 

NO SE SUPO MÁS DE PIEDAD

La menor fue ingresada en un hospital psiquiátrico, donde dio hasta cinco versiones diferentes y seguía acusando a su madre. 

Como era menor de edad, Piedad fue ingresada en un convento de la capital murciana donde se hacían cargo de niñas en situación de riesgo. 

No se supo más de ella y su apellido volvió a sonar cuando sus dos hermanos mayores fueron detenidos por robar una motocicleta. A fines de 1978, 15 reclusos excavaron un túnel y escaparon de una prisión de Murcia. El más conocido fue el hermano mayor de la "letal envenenadora", quien tres meses atrás hacía asesinado a un taxista después de robarle. 

Del padre de Piedad se supo que perdió su trabajo y sufrió ceguera, lo que lo hundió a él y a su familia en la pobreza y murió años más tarde. 

 

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