Las personas con migraña tienen más riesgo de ictus isquémico, según estudio
La investigación también indicó que las mujeres con migraña pueden tener una posibilidad “ligeramente mayor” de infarto de miocardio e ictus hemorrágico.
Las mujeres con migraña podrían tener un riesgo un poco mayor de infarto de miocardio. | Imagen por wayhomestudio en Freepik
Las personas que padecen migraña tienen más riesgo de sufrir un ictus isquémico, pero además las mujeres pueden tener una posibilidad “ligeramente mayor” de padecer infarto de miocardio e ictus hemorrágico, así lo indicó un estudio realizado en Dinamarca y publicado en Plos.
Un equipo de la Universidad de Aarhus identificó a hombres y mujeres con migraña basándose en sus registros de prescripción de medicamentos y compararon su riesgo de sufrir un infarto de miocardio y un accidente cerebrovascular isquémico y hemorrágico antes de los 60 años frente al resto de la población.
El ictus isquémico se produce cuando un coágulo sanguíneo bloquea o tapa totalmente un vaso del cerebro, lo que impide que la sangre fluya; sin embargo el ictus hemorrágico se sufre cuando un vaso sanguíneo se rompe y sangra dentro del cerebro.
MUJERES SE VEN MÁS AFECTADAS POR LA MIGRAÑA
El análisis mostró que tanto los hombres como las mujeres con migraña presentaban un riesgo similarmente mayor de ictus isquémico, según resumió la publicación.
Sin embargo, las mujeres también pueden presentar un riesgo “ligeramente mayor” de infarto de miocardio e ictus hemorrágico, en comparación con los hombres con migraña y la población general.
En general, los resultados sugirieron que la migraña afecta en mayor medida a las mujeres, sobre todo porque la enfermedad se diagnostica predominantemente en ellas.
Los investigadores señalan que, dado que utilizaron registros de prescripción de fármacos para identificar a los pacientes con migraña, es posible que pasaran por alto a individuos no tratados, lo que podría haber dado lugar a una subestimación de la contribución de la migraña a estos problemas de salud.
Dado que el infarto de miocardio y el ictus pueden provocar discapacidades de por vida o incluso la muerte, los investigadores sostienen que es vital identificar a las personas con mayor riesgo para facilitar terapias preventivas específicas.
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