Ejercicio

Seis minutos de ejercicio intenso al día ayudarían a mantener el cerebro joven: Estudio

La investigación encontró que de esta manera también podría retrasarse la aparición del Alzheimer. 

Por Alejandra González

Un estudio, publicado en 'The Journal of Physiology', indicó que hacer seis minutos de ejercicio de alta intensidad podrían ayudar a la salud del cerebro para prolongar su vida útil y así retrasar la aparición de trastornos neurodegenerativos, como son las enfermedades del Alzheimer y el Parkinson.

La investigación mostró que al realizar una sesión corta pero intensa en ciclismo se aumentó la producción de una proteína especializada, llamada BNDF, que es esencial para la formación del cerebro, el aprendizaje y la memoria, la cual podría proteger del deterioro cognitivo que se relaciona con la edad.

Travis Gibbons, investigador de la Universidad de Otago (Nueva Zelanda) y autor principal del estudio, mencionó que el BDNF ha mostrado un papel prometedor en modelos animales, sin embargo, no se ha logrado aprovechar con seguridad el poder protector en humanos, por lo que vieron la necesidad de explicar enfoques no farmacológicos que puedan preservar la capacidad del cerebro que los humanos pueden utilizar para incrementar de manera natural esta proteína para contribuir a un envejecimiento saludable.

Los académicos encontraron que les sesiones cortas pero intensas de ejercicio, como el ciclismo, pueden ayudar a la salud del cerebro. Foto: Pexels 

COMPARARON AYUNO Y EJERCICIO

Para este trabajo, un equipo de académicos comparó factores como el ayuno de 20 horas, 90 minutos de bicicleta a baja intensidad, sesiones de alta intensidad mucho más cortas (seis minutos), así como la combinación de ejercicio y ayuno.

Como resultado encontraron que el ejercicio breve pero vigoroso era la manera más eficaz de incrementar la proteína BNDF en comparación con un día de ayuno con o sin una sesión larga de actividad física ligera. 

Los académicos de la Universidad de Otago vieron que el BNDF aumentó entre cuatro y cinco veces - de 396 pg L-1 a 1170 pg L-1 - más en comparación con el ayuno o la actividad prolongada.

 Gibbons mencionó que se desconoce la causa de las diferencias, por lo que son necesarias más investigaciones para comprender mecanismos implicados, aunque señaló que está la hipótesis relacionada con el cambio de sustrato cerebral y el metabolismo de la glucosa, que es la fuente principal de combustible del cerebro.  

El investigador explicó también ahora están estudiando cómo influye el ayuno de una mayor duración (de hasta tres días) con la proteína BDNF, pues consideran que podrían ser utilizados en conjunto para optimizar la producción de ésta en el cerebro humano.

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