Frijoles: ¿Por qué no debes comprar los que tienen hoyos o están rotos o descoloridos?
Se recomienda incluir el frijol en la dieta por la fibra, proteínas, vitaminas y minerales que aporta.

Es importante limpiar muy bien los frijoles antes de cocinarlos para sacar aquellos que no se van a cocinar adecuadamente. | Freepik
El frijol es un alimento rico en proteína vegetal, fibra y también aporta vitaminas del grupo B, así como hierro, ácido fólico y minerales como el calcio, potasio, fósforo y zinc. Además, se destacan por aportar pocas grasas, explica MedlinePlus.
Por su parte, Poder del Consumidor describe a los frijoles como un paquete repleto de nutrientes sanos y que añadirlos a los platillos puede contribuir a convertirlos en alternativas más saludables.
Asimismo, esta entidad mexicana cita un estudió que mostró que media taza de frijoles pintos cocidos al día puede ayudar a disminuir 20 puntos de colesterol en la sangre.

CONSEJOS PARA COMPRAR Y CONSERVAR LOS FRIJOLES
Un paso importante antes de consumir los frijoles es el de elegir y comprar los mejores, así como aprender a conservarlos adecuadamente en la cocina.
Por ello, Poder del Consumidor comparte estos tips para aprovechar al máximo a estas leguminosas tan saludables y de beneficio para el bienestar de quienes las consumen.
- No los elijas si los ves arrugados rotos o descoloridos
Esto significa que los frijoles ya están muy viejos y no se van a cocer de forma apropiada.
- Evita comprar estas leguminosas si ves que tienen hoyos
Es muy probable que esta señal indique que hayan sido atacados por gorgojos.
- Guárdalos en bolsas o contenedores de plástico o de vidrio sellados
Asegúrate de colocarlos en un lugar fresco y seco para que se mantengan en buenas condiciones.
- Enfríalos antes de guardarlos en el refrigerador
Así evitarás que se echen a perder y pueden permanecer congelados hasta por tres meses.
- Agrega líquidos si están muy secos al recalentarlos
Puedes añadir un poco de agua, caldo de pollo o verduras y dejar que hiervan durante varios minutos.
Recuerda que antes de cocinarlos es recomendable dejarlos en remojo durante al menos seis horas o una noche completa para que la semilla absorba el agua y se puedan disolver los almidones que provocan malestar intestinal como la inflamación y los gases.
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