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Maternidad

Irán Castillo es mamá por segunda vez y casi pierde a su bebé por un mal diagnóstico

El pasado 10 de febrero nació el bebé de Irán Castillo llamado Demian y su esposo Pepe Ramos. 

Por Vanesa Rojas

Iran Castillo ya es mamá por segunda vez.(IG: castillo.iran)

Iran Castillo ya es mamá por segunda vez. | IG: castillo.iran

Iran Castillo compartió con sus seguidores ese mágico momento como lo fue el nacimiento de su segundo hijo Demian con su pareja Pepe Ramos. 

En sus redes sociales expresó que fue algo "mágico, irrepetible, extraordinario, poderoso, transformador".  Irán tuvo a su bebé en su casa con el apoyo de especialistas entre ellas una ginecobstetra. 

La doctora Iztel Mar quien atendió a Irán mencionó que cuando las mujeres deciden tener un parto en casa deben cumplir con los siguientes requisitos:  mujeres sanas y parto de bajo riesgo.

Aclaró que un parto cuando es múltiple no se considera de bajo riesgo y no son candidatas para un parto en casa.

 

Iran habló con el ginecólogo para saber si habían riesgos

El pasado 13 de enero, Iran hizo un live con el padre de su bebé, Pepe Ramos en el que abordaron el tema de cómo logró quedar embarazada tomando en cuenta que la actriz tiene 45 años de edad. 

Ella y Pepe tomaron la decisión de tener un bebé juntos y para ello, Iran habló con su ginecólogo en ese entonces quien le practicó algunos estudios. Él le dijo que era muy poco probable que pudiera quedar embarazada, porque una hormona le salió por debajo de lo normal. En ese momento le sugirió una fertilización in vitro. 

Pepe menciona que él es muy respetuoso de la ciencia pero a pesar de la sugerencia del médico de Iran buscaron al bebé a la "antigüita". Irán seguía en sus proyectos y tras pasar algunos meses,  ella comenzó a sentirse mal.  Pensó que era covid, pero salió negativo. Recordó que  en una oportunidad se había contagiado. 

Luego se vacunó y sospechaba que se trataba de la formulación, pero empezó a presentar otros problemas de salud como dolor de estómago, naúseas.  Iran y Pepe buscaron salir de la curiosidad y saber si era que estaba embarazada. Una prueba casera les dio la noticia: eran papás. 

Una amarga experiencia pasaron Iran y Pepe luego de saber que la noticia 

Fue al ginecólogo para confirmar que en efecto si estuviese embarazada y su ultrasonido le mostró al bebé. Todo se veía muy bien, incluso en cada sesión que asistía. 

Sin embargo, el ginecólogo y su equipo decidieron en una etapa del emabarazo,  hacerle algunos estudios extras por su edad. Concluyeron que su embarazo era de alto riesgo.

En ese momento, luego de los primeros estudios le sugirieron hacerse uno llamado ADN fetal para saber cómo estaba el bebé. 

Pasaron los días y una llamada les cambió la vida a ella y a su esposo. El doctor les dijo que el bebé traía algo llamado  trisomía 18, es decir el sídrome de Edward que es un trastorno genético que hace que el feto muera antes de nacer o si nace es  con unas condiciones de vida muy complicadas y muy comprometida. 

Ambos no sabían ni qué hacer porque esto significaba que tendrían que interrumpir el embarazo. Pepe cuenta que comenzó a buscar información por todos lados.

De la misma clínica le indicaron hacer otro estudio, uno llamado amniocentesis. Para ese momento ya ellos tenían mucha desconfianza del doctor que estaba tratando a Iran, sobre todo por sugerirle tantos estudios y destacar que era de alto riesgo por tener 45 años de edad, además que durante algunos momentos no fueron muy éticos, dicho por la propia pareja.   

Una genetista les aclaró el panorama 

Hablaron con la doula de Iran y ella les recomendó buscar una genetista. Pepe contactó a una que había ayudado a alguien de su familia y la especialista le hizo el estudio a Iran. 

Pepe comenta que buscó información sobre la prueba llamada ADN fetal y la misma destaca que no es una prueba para dar un diagnóstico sino una especie de tamizaje para tomar una decisión. 

A través de la amniocentesis sí se puede obtener más información sobre el ADN del bebé. Luego de haberse enterado de esto y ponerse en contacto con esta especialista, Pepe recomendó pedir segundas o hasta terceras opiniones e hizo un llamado a los profesionales de la salud a ser más empáticos porque hay muchos que quizás no lo sean. 

Incluso todo lo que les ocurrió con el ginecólogo anterior a ambos les sonaba más a "un negocio" que en un interés genuino. 

Afortunadamente la genetista les dijo que todo venía muy bien con su bebé y luego de esta amarga experiencia decidió cambiar de ginecólogo. 

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