Muere niña de cinco años por presunta negligencia médica tras una infiltración en su columna
La familia de la menor acusa que la doctora que atendió a Danna no tenía especialidad
La pequeña Danna no resistió más y falleció en un hospital del IMSS al que fue trasladada | Erkan Utu/unsplash
Una menor de cinco años identificada como Danna Molina, falleció en un hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), al cual fue trasladada al tener complicaciones de salud luego de una presunta negligencia médica por parte de la clínica San José en la Ciudad Obregón, en el estado de Sonora.
La familia de Danna denunció que la menor fue atendida por una doctora que no tenía especialidad y que le hizo una infiltración en su columna, a pesar de que la madre le había advertido que estaba tomando medicamentos.
De acuerdo con medios locales, la doctora solicitó una ambulancia particular para llevarla al IMSS, y sin previó aviso a sus padres debido a la urgencia, sin embargo, Danna quedó en coma y finalmente falleció el pasado 12 de Mayo.
¿Para qué se realizan la infiltración en la columna?
Una infiltración lumbar es la inyección de una solución con una sustancia terapéutica en un tejido o región anatómica. Dependiendo del origen del dolor lumbar hay distintos tipos de infiltraciones que podemos realizar.
Juan Pablo Otto, traumatólogo de Clínica Las Condes, dice que los bloqueos o infiltraciones son muy seguros, pues se realizan guiados por un equipo de radiología que le permite al cirujano dirigir su aguja con precisión.
“También contribuye a la seguridad el que se realicen bajo sedación y el hecho de que son realizados en un pabellón quirúrgico preparado para cualquier contingencia”, explica el especialista.
Los riesgos más frecuentes son hipotensión (caída de la presión arterial) transitoria y hematomas del sitio de punción.
Los corticoides se utilizan en la mayoría de las infiltraciones, las reacciones alérgicas a estos son raras, cuando utilizamos factores de crecimiento o células madre al ser sustancias que obtenemos del propio paciente no se pueden producir estas reacciones.
Además, al infiltrar una sustancia en un lugar en el que no debería estar, en ocasiones se pueden producir reacciones inflamatorias y tener un dolor leve en la zona donde hemos introducido la aguja.
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