Diseñan dispositivo para alertar deshidratación en adultos mayores
La deshidratación en los adultos mayores puede ser mortal.
El agua hace que el cuerpo se hidrate mejor. | Lisa Fotios en Pexels.
Se está desarrollando un innovador dispositivo portátil para advertir sobre la deshidratación en los ancianos.
La investigador fue realizada por un investigador de la Universidad de Southampton. Este dispositivo tiene el potencial de prevenir enfermedades graves y salvar vidas, especialmente durante las olas de calor. Aunque se encuentra en fase de desarrollo, por ahora se ha revelado que puede usarse en varias partes del cuerpo.
Emite advertencias antes de que la deshidratación se convierta en un riesgo peligroso.
Suan Hui Pu, del campus de Malasia de la Universidad de Southampton, colabora con un equipo del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) para miniaturizar y desarrollar aún más esta tecnología explicó que la deshidratación es un problema común en los adultos mayores, debido a la mayor prevalencia de afecciones como insuficiencia renal, disminución de la sensación de sed y diabetes, que aumentan el riesgo de deshidratación".
Destaca que actualmente es difícil diagnosticarla con precisión y puede provocar graves problemas de salud". Menciona que a menudo se pasa por alto la deshidratación, y un sensor portátil preciso y no invasivo podría marcar una gran diferencia.
DESHIDRATACIÓN EN ADULTOS MAYORES: POR QUÉ OCURRE
Cuando la persona envejece la proporción de agua en el cuerpo disminuye, pasando del 80% del peso corporal en los niños, a un 60% y 50% en personas mayores.
El Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores en México menciona que hay que cuidar que la disminución de líquidos no sea excesiva y evitar así la deshidratación.
Las personas mayores están más expuestas a deshidratarse por diversos factores:
- A medida que la persona envejece, disminuye la sensación de sed
- La restricción del consumo de alimentos provoca una disminución de los aportes hídricos.
- Sudoración excesiva por ejercicio o por tener fiebre.
- Inmovilización por limitación física.
- Confusión mental, demencia u otras enfermedades cerebrales.
- Enfermedad digestiva con presencia de vómitos, diarrea o hemorragias digestivas.
- Quemaduras (al destruirse la piel se evapora una gran cantidad de agua).
- Uso inapropiado de medicamentos diuréticos.
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