El vino tinto y el queso ayudarían a mejorar la salud del cerebro, según estudio
Se demostró que el queso es el alimento más protector contra los problemas cognitivos relacionados con la edad.
El vino y el queso podrían ayudar significativamente a mantener la salud del cerebro más adelante en la vida, encontró un nuevo estudio.
Investigadores de la Universidad Estatal de Iowa descubrieron que el amado producto lácteo era uno de varios alimentos que ayudaban a proteger el cerebro de los problemas cognitivos relacionados con la edad.
El equipo analizó los datos del Biobanco del Reino Unido de más de mil 700 adultos, de entre 46 y 77 años de edad, y les hizo preguntas relacionadas con su consumo de alimentos y alcohol.
Beneficios del queso y de vino
Los expertos encontraron que el queso demostró ser el alimento más protector contra los problemas cognitivos relacionados con la edad, incluso en etapas avanzadas de la vida, y el vino, en particular el vino tinto, se relacionó con mejoras en la función cerebral.
También se demostró que consumir cordero semanalmente aumenta la capacidad cognitiva a largo plazo, sin embargo, no hubo beneficios obvios para la salud del cerebro al comer otras carnes rojas.
La líder del estudio, Auriel Willette, dijo que estaban gratamente sorprendidos por los resultados y que comer queso y beber vino tinto era el remedio perfecto durante la actual crisis de salud mundial.
Comer responsablemente queso y beber vino tinto a diario no solo es bueno para ayudarnos a enfrentar nuestra actual pandemia de Covid-19, sino quizás también para lidiar con un mundo cada vez más complejo que nunca parece detenerse".
El coautor Brandon Klinedinst dijo que las elecciones de alimentos correctas, incluidos los alimentos que normalmente evitaríamos para tratar de mantenernos saludables, podrían beneficiar la salud del cerebro a largo plazo.
"Creo que la elección de alimentos correctos puede prevenir la enfermedad y el deterioro cognitivo por completo. Quizás la solución milagrosa que estamos buscando es mejorar la forma en que comemos. Saber lo que eso implica contribuye a una mejor comprensión del Alzheimer y a poner esta enfermedad en una trayectoria inversa ", agregó.