Sopa de zanahoria y jengibre, saludable e ideal para fortalecer el sistema inmune
Esta sopa es una buena alternativa para disminuir el consumo de productos de origen animal.

Las sopas o cremas son una manera ideal de consumir verduras. | Compassionate Cooks, LLC
Disminuir el consumo de productos de origen animal puede ayudar a reducir el riesgo de desarollar enfermedades crónico-degenerativas como obesidad, diabetes, hipertensión y algunos tipos de cáncer.
Por ello, Human Society International Mexico, una importante organización de protección animal a nivel mundial, comparte esta receta para preparar una sopa de zanahoria y jengibre y así comenzar una alimentación más saludable a base de vegetales y llena de sabor.
Receta para 4 porciones
Ingredientes
- 6-7 zanahorias peladas y picadas
- 2 papas amarillas medianas, peladas y picadas
- 1 cebolla grande o 2 cebollas medianas, picadas
- 2 cucharaditas de ajo finamente picado
- 2 1/2 cucharaditas de jengibre fresco, finamente picado
- 4 tazas (1 litro) de caldo de verduras o agua (o 2 tazas (500 ml) de caldo y 2 tazas (500 ml) de agua)
- 1/2 cucharadita de sal
- 1/2 cucharadita de pimienta blanca
- Agua para saltear las cebollas y el ajo (para cocinar sin grasa)
Preparación
Calienta un par de cucharadas de agua en una cacerola grande a fuego medio-alto. (Puedes utilizar una cucharada de aceite en su lugar, pero saltear las verduras en agua la volverá una sopa sin grasa.)
Agrega las cebollas y el ajo y saltea hasta que las cebollas queden translúcidas por unos 5-7 minutos. Añade pequeñas cantidades de caldo o agua si la sartén se seca demasiado.
Añade las zanahorias, las papas, el jengibre, la pimienta, la sal y suficiente caldo y/o el agua para cubrir las verduras.
Reduce a fuego medio y hierve hasta que las zanahorias y las papas estén suaves y fácilmente trituradas con un tenedor.
Transfiere a un procesador de alimentos, y haz puré la sopa hasta que quede cremosa. Regresa la sopa hecha puré a una olla para calentar. Agrega sal según sea necesario.
Sugerencias
Una recomendación es que hagas una conversión si vas a sustituir las hierbas frescas por secas. Para ello solo necesitas reducir las cucharadas a cucharaditas. Por ejemplo, dos cucharadas de orégano fresco es igual a dos cucharaditas secas.
El jengibre es una excepción a esta regla. Si la receta pide que sea fresco, no se puede sustituir por molido.
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