¿Por qué es bueno incluir el rábano en la dieta diaria?

El rábano es una hortaliza cuyo nombre científico es Raphanus sativus L. y pertenece a la familia de las crucíferas, al igual que la col, coliflor, nabo y berro.

Esta hortaliza fue mencionada en las antiguas crónicas chinas desde do mil 700 a.C. También se sabe que los egipcios los cultivaban desde antes de construir las pirámides. 

Los rábanos se clasifican de acuerdo a su forma y su color: 

•  Rábano chino, japonés o daikon: Viene de Japón, de color blanco y sabor suave, y se caracteriza por su forma alargada y cilíndrica.
• Rábano negro o de invierno: Su piel es de color negro y muy difícil de digerir, pero su carne es blanca y más suave. Es de forma redonda y cilíndrica.
• Rabanitos: Suele ser la variedad más consumida. Su piel es de color rojo, rosado, morado o blanco, y su carne siempre es blanca. Su pulpa, además de ser blanca, tiene una textura crujiente, sabor fuerte y picante. Puede tener forma esférica, ovalada o cilíndrica. 

Beneficios y nutrimentos

Los rábanos poseen un alto contenido de agua, por lo cual aportan pocas calorías.

Dentro de su contenido destaca la vitamina C, que actúa como antioxidante y ayuda a restaurar tejidos y vasos sanguíneos.

También aumenta el nivel inmunológico del cuerpo y ayuda a mantener los dientes y huesos fuertes. 

El rábano es rico en minerales y tiene un mayor contenido de potasio y yodo que otras hortalizas. 

En el caso del potasio, éste es necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso para la actividad muscular normal, mientras que el yodo es fundamental para el funcionamiento de la tiroides, la cual regula el metabolismo e interviene en el crecimiento. 

¿Cómo lo consumo?

Para obtener los nutrientes del rábano puedes incluirlo crudo en ensaladas o para acompañar y adornar platillos. Puedes agregar limón y solo un poco de sal. 

 

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