Alimentación

El consumo regular de sardina tendría efecto preventivo ante la diabetes tipo 2

Los nutrientes de la sardina, como la taurina, el omega 3, el calcio y la vitamina D protegen ante la enfermedad.
 

Redacción MundoSano

La sardina y el pescado azul son alimentos reconocidos por sus efectos saludables debido a sus elevados niveles de grasas insaturadas que ayudan a regular el colesterol y prevenir enfermedades cardiovasculares. 

Sin embargo, sus beneficios irían más allá, pues los nutrientes que posee la sardina, como la taurina, el omega 3, el calcio y la vitamina D brindarían un efecto preventivo ante la diabetes tipo 2 si se consume regularmente, señala un estudio liderado por la profesora e investigadora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (IDIBAPS) Diana Díaz Rizzolo. 

La investigación destaca que el consumo de sardina no sólo es asequible económicamente y fácil de encontrar, sino también es seguro y preventivo ante la diabetes tipo 2. 

Las sardinas poseen nutrientes de beneficio para la salud. Foto: Unsplash

Dos latas de sardinas a la semana

El estudio incluyó 152 pacientes de tres centros de atención primaria de 65 años o más con prediabetes (con unos niveles de glucemia en ayunas entre 100-124 mg/dl). Todos los participantes entraron en un programa nutricional enfocado a disminuir el riesgo de padecer la enfermedad, pero solo el grupo de intervención añadió a su dieta 200 gramos semanales de sardinas, dos latas de sardinas con aceite de oliva.

Para facilitar su consumo, y gracias a la colaboración de la Fundación Alicia, los participantes recibieron un libro de recetas a base de sardinas en lata. Además, se les aconsejó que se comiera la sardina entera, es decir, sin sacar el esqueleto, dado que esta parte es especialmente rica en calcio y vitamina D

El grupo que no incluyó sardinas en la dieta empezó con un 27% de personas con un riesgo muy alto de sufrir diabetes (medido a través del cuestionario FINDRISC), y después de un año un 22% seguía en esa clasificación.

Por otro lado, el grupo que consumió sardinas tenía un 37% de participantes con un riesgo alto al iniciar el estudio, y después de un año solo un 8% seguían teniendo un riesgo muy alto. Además, mejoraron otros parámetros bioquímicos importantes, como la disminución del índice de resistencia a la insulina (HOMA-IR) y el aumento del colesterol bueno (HDL) y de las hormonas que mejoran el metabolismo de la glucosa (adiponectina), además de disminuir los triglicéridos y la presión arterial, entre otros parámetros. 

El hecho de que el estudio se hiciera en personas a partir de 65 años responde a que la incidencia de la enfermedad es mayor que en personas jóvenes.

"Con el aumento de la edad, las dietas restrictivas (en calorías o en grupos de alimentos) pueden jugar un papel protector de la diabetes, pero el coste-beneficio no siempre es positivo, tal como explicamos en otros estudios", asegura la doctora Rizzolo. Sin embargo, Rizzolo afirma: "Los resultados nos hacen pensar que podríamos conseguir un efecto preventivo igual de interesante en personas más jóvenes."

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