Tiene cáncer de cuello uterino y se lo diagnostican muy tarde; denuncia negligencia médica
Sophie Butterworth tiene 30 años de edad y antes de enterarse que tenía cáncer de cuello uterino ya tenía síntomas meses antes.
El cáncer debe ser atendido por prontitud. | Pixabay.
Por la pandemia se encontraba fuera del Reino Unido y meses antes estaba con un dolor severo, cólicos, secreciones inusuales. Nunca pensó que fuese cáncer.
Le pidió a su médico de cabecera que la viera de forma presencial pero esto no fue posible. Comentó que en junio de 2020, llamó a su médico quejándose de un sangrado anormal. Se realizó un ánalisis de sangre y consiguió marcadores de inflamación más altos.
Sufrió de cólicos y secreciones inusuales. Le dieron antibióticos en vez de aprobarle un examen físico. Debido a sus síntomas dijo que tuvo que ser remitida al ginecólogo inmediatamente, pero no fue así.
"Me tildaron de hipocondríaca después de informar durante años de picazón y olores vaginales".
Nunca pensó que tuviese un cáncer pero sí estaba angustiada
En marzo de este año volvió a ponerse en contacto con su médico de cabecera y describió que se sentía "en general mal".
En entrevista al Manchester Evening News, explicó que tiene una hija de ocho años y está acostumbrada a ser muy activa. "Me sentía irritable y letárgica todo el tiempo".
En julio se hizo una prueba de frotis para descartar cáncer de cuello uterino. Pasaron siete semanas para que aparecieran los resultados.
Le dijeron que parecía una infección y me dieron más antibióticos. "En este punto estaba llorando por el teléfono rogando que me examinaran físicamente, pero no lo estaba".
Después de que sus resultados volvieran a ser anormales, y aquí fue que se empezó a investigar todo, no por sus síntomas. "Fui a una cita y me dijeron que no me preocupara. Luego, el médico examinó mi cuello uterino y todo se puso muy serio".
Ella dijo: "Este es el único punto en el que se empezaron a investigar las cosas, no por ninguno de mis síntomas.
"Fui a una cita y me dijeron que no me preocupara. Luego, el médico examinó mi cuello uterino y todo se puso muy serio.
Luego, a la madre le dijeron que tenía cáncer de cuello uterino en etapa tres en una llamada telefónica en septiembre.
A Sophie se le ha informado que el cáncer se extendió a sus ganglios linfáticos y está a punto de someterse a radioterapia y quimioterapia de siete semanas. Deberá mantenerse recluída en un hospital por todo ese tiempo.
Con información The Sun.
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