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Enfermedades

¿Por qué se enferman tus uñas? Experta explica las causas 

Algunas anomalías en las uñas pueden ser un marcador de enfermedad renal o de los pulmones. 

Comunicado UNAM

Las uñas, al igual que otras partes del cuerpo, también se enferman.(Unsplash)

Las uñas, al igual que otras partes del cuerpo, también se enferman. | Unsplash

Al igual que otras partes del cuerpo, las uñas también pueden enfermarse, pero no todo es tiñas. 

Rosa María Ponce Olivera, dermatóloga y profesora de la Facultad de Medicina de la UNAM, menciona que existen otras anomalías ese anexo cutáneo que pueden ser un “marcador de enfermedad renal o de los pulmones”. 

 

Algunas enfermedades pueden manifestarse en las uñas. Foto: Unsplash

ENFERMEDADES DE LAS UÑAS 

Hay uñas que pierden su trasparencia y se tornan amarillentas, negras o blancas. Otras, se ven porosas, con estrías longitudinales o transversales, y están deshechas o pulverizadas. 

Mohos muy raros, con prevalencia baja pero muy difíciles de tratar, son Penicillium y Fusarium. Hay hongos que pigmentan más, como el Aspergillus niger, que deja un color oscuro. 

Los hongos-levadura, como la Candida, que prolifera en ambientes húmedos, es común que infecte a personas que “todo el tiempo tienen las manos húmedas”. 

  • Textura de  dedal 

La leuconiquia o uñas blancas es un síndrome especial: Lo blanco superficial de las diez o las veinte uñas está asociado a la infección por VIH. 

No distrofia las uñas, no las hace gruesas, simplemente están todas blancas. En otro tipo de leuconiquia, aparecen puntitos blancos, que pueden ser causado por un traumatismo ligero. 

La traquioniquia, otra  afección en la arquitectura de la uña que no es causada por hongos, afecta a niños y  adultos. Las uñas de las manos y los pies se ven “como si se hubieran lijado”. 

En pacientes con psoriasis y alopecia areata, las uñas presentan “una textura de dedal”, como si hubiesen sido perforadas por un alfiler. 

En la psoriasis ungueal también se presenta la onicólisis y mancha de aceite: las uñas se desprenden porque no están adheridas a la zona carnosa, la que contiene queratina. 

En pacientes con enfermedades del corazón o del pulmón se presenta una deformidad conocida como “dedos en palillo de tambor” o acropaquias.  Hay un ensanchamiento de las puntas de los dedos, con un cambio de ángulo que forma la uña a su salida. 

El síndrome de uña-rótula corresponde a una enfermedad genética que afecta los huesos y las uñas. “Las rótulas de las rodillas se dislocan con facilidad y las uñas cambian (son hipoplásicas, con depresiones  y relieves)”. 

  • Uñas enterradas o encarnadas 

En la onicocriptosis, o uña enterrada o encarnada, la uña se introduce en un área cutánea con infección bacteriana, lo que produce una reacción con sangrado, dolor e inflamación. La onicocriptosis causa mucha molestia e incapacidad. 

Si se trata de un paciente sano, y si es joven o adolescente, con un ciclo de antibióticos mejorará. 
Sin embargo, si tienen comorbilidades, como obesidad, diabetes e insuficiencia de la circulación, puede presentar complicaciones que incluso requieran hospitalización. 

El traumatismo más común que deforma las uñas, y que puede ser transitorio, se conoce como línea de Beau. 

Un golpe puede interrumpir el crecimiento, causando una especie de muesca. En cada inflamación puede haber líneas acanaladas por lo que las uñas no se ven homogéneas, sino “con estos corte-interrupción-corte-interrupción de crecimiento, y algunas veces las distrofia por completo”. 

Adultos mayores o personas en abandono social presentan onicogrifosis o engrosamiento de las uñas, causado por el poco corte de uñas, postración y micosis sobre agregada. 

Además del  engrosamiento, hay un crecimiento tipo cuerno. Las uñas con abombamiento "en vidrio de reloj" se conocen como coiloniquia y están asociadas con la anemia. A estos “dedos en palillo de tambor” o  hipocratismo digital, los estadounidenses le llaman clubbing. 

En los jóvenes no es común la onicomicosis, pero sí la onicofagia (comerse las uñas), la onicotilomanía (arrancarse  los pellejitos de los dedos) y las líneas de Beau, sobre todo ligadas a dermatitis atópica. También leuconiquias o pequeños puntos blancos que no tienen mayores consecuencias. 

La onicosquisis, o fragilidad en las uñas, pueden padecerla quienes utilizan mucho las manos, como antaño las mecanógrafas.  También hay daño mecánico cuando  se liman y lijan para aplicar una capa de acrílico o quitar un barniz permanente, por ejemplo, el gelish, que es un polímero muy adherente.  Esta resina no se quita con un quitaesmalte convencional. Hay que remojar, lijar, tallar, “y pues sí, se lesiona” la uña. 

En general, barnices y uñas postizas pueden dañar las uñas naturales si la persona es alérgica o si hay alguna infección bacteriana o micótica.

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