Dengue: ¿Por qué las personas con la enfermedad no pueden tomar anticoagulantes?
El dengue se transmite a las personas por medio de la picadura de un mosquito de la especie de Aedes, sea aegypti o Ae. albopictus.
Hasta 400 millones de personas cada año se infectan con el dengue. | Pixabay
Estos mosquitos que trasmiten el dengue también son responsables del virus del Zika, el chikungunya. El dengue es común en más de 100 países en todo el mundo.
Alrededor de 3000 millones de personas, vive en áreas con riesgo de dengue. Esto es a menudo una causa principal de enfermedad en las áreas con riesgo. Hasta 400 millones de personas cada año se infectan con el dengue.
Aproximadamente 100 millones de personas se enferman por la infección y 22 000 mueren por dengue grave. Aunque existen dos tipos de dengue como lo son el clásico y el hemorrágico, se evita que los pacientes utilicen medicamentos con anticoagulantes.
¿Por qué no son recomendados los anticoagulantes para el dengue?
Los anticoagulantes son medicamentos que como lo dice su denominación, evitar que se formen coágulos sanguíneos y evitan que aquellos ya existentes se hagan más grandes.
Los coágulos en las arterias, las venas y el corazón pueden causar ataques al corazón, derrames cerebrales y bloqueos.
En el caso de dengue y los otros virus transmitidos por el mosquito el uso de anticoagulantes pueden agravar la hemorragia asociada con algunas de estas infecciones. Aquí entran las aspirinas y el ibuprofeno.
En su lugar, los pacientes deben tomar paracetamol, acetaminofén, en caso de dolor o fiebre, porque no hay tratamiento específico para esto.
Sintomas de los tipos de dengue
A) Dengue Clásico:
- Fiebre alta de aparición brusca.
- Fuertes dolores de cabeza en la frente y los ojos (dolor retroorbitario).
- Dolores musculares y articulares.
- Decaimiento general.
- Erupciones en el pecho y miembros parecidas al sarampión.
- Náuseas y vómitos.
B) Dengue Hemorrágico:
Los signos de advertencia generalmente comienzan en las 24 a 48 horas después de que ha desaparecido la fiebre.
- Dolor o sensibilidad en el estómago
- Vómitos (al menos 3 veces en 24 horas)
- Sangrado por la nariz o las encías
- Vómitos con sangre o sangre en las heces
- Sensación de cansancio, inquietud o irritabilidad
Con información de CDC, Medlineplus y Hospital Austral.
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