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Maternidad

¿Estoy sobreprotegiendo a mi hijo? Eso puede ocasionar el "síndrome de Peter Pan"

Para muchos padres es complicado entender la diferencia entre los cuidados y la sobreprotección, por lo que pueden desarrollar en sus hijos trastornos con importantes repercusiones a futuro.

EFE

Encontrar si tu hijo tiene cuidados adecuados o es sobreprotección lo que estás implementando en su crianza, es una tarea de autoevaluación de los padres.(EFE)

Encontrar si tu hijo tiene cuidados adecuados o es sobreprotección lo que estás implementando en su crianza, es una tarea de autoevaluación de los padres. | EFE

Aunque esta pregunta no siempre es fácil de responder para los padres, porque les resulta les cuesta ser objetivos y saber donde están los límites entre los cuidados insuficientes y los excesivos, su respuesta es vital para la futura salud psicológica, autoestima, autonomía y seguridad de los niños y adolescentes.

La sobreprotección que muchos padres ejercen sobre sus hijos puede favorecer que conformen una personalidad débil.

Algunas de las vivencias problemáticas por las que pueden pasar los niños de 7 a 12 años sobreprotegidos son: no terminar de integrarse en clase, querer ser siempre el primero o tener bajos resultados académicos.

Los "peterpanes" ven el mundo de los adultos como muy problemático y tienen idealizada la etapa de la adolescencia-juventud, por lo que tienden a querer mantener su estado de privilegio.

 Relatan el caso de un hombre que tenía tanto miedo a que le ocurriera algo malo al tomar contacto con el mundo y sus gentes, que nunca salía de casa, hasta que un día la casa que supuestamente lo preservaba de los posibles amenazas del exterior se derrumbó sobre aquel individuo temeroso. 

Algo similar puede sucederle a los hijos sobreprotegidos por sus padres, que gozan de una aparente seguridad, la cual corre el riesgo de volverse en su contra, más tarde o temprano, cuando deban valerse por su mismos y afrontar por sí solos los frutos dulces y amargos que les deparará la existencia cuando crezcan.

La sobreprotección que muchos padres ejercen sobre sus hijos puede favorecer que conformen una personalidad débil y se muestren reacios a asumir responsabilidades propias de la edad adulta.

Los niños sobreprotegidos también pueden sufrir tanto daño psicológicos como los abandonados, según distintas investigaciones. 

Para algunos psicopedagogos, la sobreprotección a la que muchos padres someten a sus hijos puede provocar que éstos desarrollen el "Síndrome de Peter Pan”, propio de personas dependientes, que han sido sobreprotegidas por sus familias y no han desarrollado las habilidades suficientes para afrontar la vida. 

El “Síndrome de Peter Pan” alude a aquellas personas que no quieren o se sienten incapaces de crecer. Son sujetos que tienen un cuerpo de hombre con mentalidad de niño. No saben o no quieren renunciar a ser un hijos para empezar a ser padres o madres. 

Cada vez más inmadurez
 Para muchos expertos, en la sociedad occidental cada vez más personas adultas presentan comportamientos propios de inmadurez emocional, son incapaces de crecer y asumir las responsabilidades de la vida adulta e incluso se visten y se divierten como adolescentes, pese a superar los treinta años de edad.

Los ‘peterpanes’ ven el mundo de los adultos como muy problemático y tienen idealizada la etapa de la adolescencia-juventud, por lo que tienden a querer mantener su estado de privilegio, según los especialistas en trastornos emocionales.

Estas personas suelen tener miedo a la soledad, por lo que intentan rodearse de gente dispuesta a cubrir sus necesidades. En algunos casos, pueden tener graves problemas de adaptación en el trabajo. 

Además cambian constantemente de pareja y buscan parejas más jóvenes, porque en cuanto una relación empieza a implicar un alto nivel de compromiso y responsabilidad, suelen asustarse y acaban rompiéndola.

Cuando los padres intervienen directamente, excusan a su hijo continuamente, y ven el problema siempre en los otros, no se suelen solucionar los conflictos, sino se magnifican y acaban enrareciendo el ambiente de grupo. 

Ahorrarles a los hijos todo tipo de problemas interviniendo en sus vidas cada vez que surge una dificultad, es privarles de un aprendizaje necesario", según “hacer familia”. 

La psicóloga clínica María Gracia Cavestany recomienda enseñar a los hijos a resolver sus problemas, confiando en su capacidad para encontrar soluciones, estando cerca del niño y supervisando respetuosamente sus acciones, lo cual les ayuda a que desarrollen gradualmente sus propios recursos.

Las personas sobreprotegidas han tenido menos oportunidades de aprender y esto suele hacerlas inseguras, menos creativas para la vida y empiezan a sentir que equivocarse es algo tan horrible, que les deja a veces paralizadas.

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