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Enfermedades

Virus ayuda a una mujer a superar una infección bacteriana multirresistente

La mujer, con una infección por "Klebsiella pneumoniae", fue víctima del atentado de 2016 en el aeropuerto de Bruselas.

Mundo Sano y EFE

La mujer, víctima de un atentado en 2016, logró superar una infección bacteriana multirresistente(Unsplash)

La mujer, víctima de un atentado en 2016, logró superar una infección bacteriana multirresistente | Unsplash

Un equipo científico describió un tratamiento experimental con una combinación de bacteriógrafos -un tipo de virus- y de antibióticos capaz de poner fin a una de estas infecciones. 

La paciente, una mujer de 30 años víctima del atentado de 2016 en el aeropuerto de Bruselas, con una infección por "Klebsiella pneumoniae" y asociada con una fractura para la que el tratamiento con antibióticos había fracasado durante casi dos años. 

La combinación de bacteriófagos y antibióticos fue lo que ayudó a mejorar notablemente el estado de la mujer, aseguraron los académicos responsables del estudio publicado en la revista Nature Communications. 

Una mujer logró superar una infección bacteriana multirresistente con ayuda de un virus. Foto: Unsplash

TRATAMIENTO PARA TRATAR ESTE TIPO DE INFECCIONES

De acuerdo con los autores, este caso demostró la promesa de los tratamientos con bacteriófagos para tratar la infecciones bacterianas resistentes a los medicamentos. 

Las bacterias panresistentes -o "superbacterias"- son resistentes a todos los agentes antimicrobianos disponibles en el mercado y constituyen una amenaza creciente para la salud pública, ya que las opciones de tratamiento son limitadas.

Un enfoque alternativo -terapia fágica- es el uso de bacteriófagos, un tipo de virus que infecta y mata a las bacterias. Llamados de manera abreviada "fagos", estos fueron descubiertos hace algo más de un siglo.

Anaïs Eskenazi y su equipo del Hospital Erasme de Bruselas informaron de los resultados de un tratamiento de seis días con bacteriófagos para esta paciente de 30 años.

EL CASO DE LA MUJER 

El 22 de marzo la mujer sufrió un politraumatismo durante el atentado suicida. Después de una agresiva intervención multidisciplinar, que incluyó la reanimación, la imputación parcial del hueso ilíaco y la fijación externa de un fémur roto, la paciente fue estabilizada.

Sin embargo, los autores del trabajo relataron que el día 4 evolucionó hacia un shock séptico debido una infección en la herida quirúrgica en el muslo izquierdo, a pesar del tratamiento antibiótico.

 

El cultivo bacteriano de las biopsias quirúrgicas mostró una flora polimicrobiana, consistente en "Enterococcus faecium", "Pseudomonas aeruginosa", "Enterobacter cloacae" y "Klebsiella pneumoniae". Este fue el punto de partida.

Los autores seleccionaron entonces y adaptaron un bacteriófago para la eliminación óptima de la bacteria, específico para la cepa de K. pneumoniae en la paciente.

Esta bacteria es una de las principales preocupaciones de la comunidad médica y científica debido a su capacidad, entre otros, de formar biopelículas -adheridas por ejemplo a la superficie de implantes- o evitar el sistema inmunitario.

LA PACIENTE RECUPERÓ LA MOVILIDAD

Para combatirla, el equipo utilizó una combinación de este bacteriófago preadaptado -aplicado localmente en la herida- y antibióticos, una "terapia de rescate" que dio como resultado una mejora clínica, microbiológica y radiológica objetiva de las heridas y estado general de la paciente.

Tres meses después, el estado general de la mujer había mejorado, la herida estaba cicatrizando y no se encontró ninguna evidencia de infección bacteriana.

Tres años después del tratamiento combinado de fagos y antibióticos, la paciente había recuperado la movilidad, según los autores.

En la última década se ha producido un aumento de la investigación en terapia con fagos, incluido el uso de estos para tratar infecciones relacionadas con la ortopedia -ya se han publicado otros casos clínicos en revistas científicas-.

Sin embargo, pese a que este estudio de caso demostró el potencial de la terapia con bacteriófagos, es probable que sea necesaria una compleja personalización del tratamiento, lo que dificulta su aplicación a grupos de pacientes más amplios, advierten los autores. 

MUERTES POR RESISTENCIA A LOS ANTIBIÓTICOS

En 2019, alrededor de 1.27 millones de personas murieron en el mundo por infecciones bacterianas comunes que se han convertido en resistentes a los antibióticos, indicó un estudio publicado por "The Lancet".

La Investigación global sobre la resistencia antimicrobiana (GRAM, en inglés) calculó que otros 4.95 millones de muertes ese año pueden asociarse con esas infecciones, aunque no fueran su causa directa.

Los autores del estudio advirtieron de que la resistencia a los antibióticos de bacterias causantes de infecciones como la neumonia u otras de la sangre o intraabdominales (derivadas por ejemplo de la apendicitis) provoca ahora más fallecimientos anuales que el sida y la malaria, con 860 y 640 registrados por estas enfermedades en 2019, respectivamente.

 

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