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Enfermedades

VIH-Sida: Una transfusión de sangre a días de nacida le hizo contagiarse

Cada primero de diciembre se conmemora la lucha contra el VIH-SIDA. Este día fue establecido en el año 1988. 

Vanesa Rojas.

La pequeña actualmente tiene 16 años.(Capture.)

La pequeña actualmente tiene 16 años. | Capture.

Azima es una joven que actualmente tiene 16 años y es una defensora para cambiar la percepción de las personas que viven con VIH y Sida en Uzbekistán.

De acuerdo al portal de Unicef, ella nació prematura a los siete meses. Su madre la dejó en el hospital porque le dijeron que probablemente no sobreviviría. Durante su estancia en el hospital le hicieron una transfusión de sangre y así fue como se contagió.

Su abuela a los 14 días de nacida supo que ella había nacido y desde ese momento decidió criarla. Durante su infancia, su familia notó que siempre había estado enferma.

Era de baja estatura, delgada y se le caían los dientes. Muchas veces la hospitalizaron pero no sabían realmente el origen. Pensaron que podría tener leucemia y la enviaron a un  hospital oncológico. 

Esta joven quiere quitar el temor de la sociedad de estar cerca de alguien VIH positivo. 

Allí se enteraron con otras pruebas que dio positivo en la prueba del VIH y la enviaron al Instituto Médico de Tashkent. Lo supieron cuando tenía 6 años. 

A los 9 años fue que inició con la terapia antiretroviral. Inicialmente si le funcionó pero luego empezaron a notar que dejó dejó de crecer de forma adecuada.  La pusieron en una sala con pacientes adultos y se deprimió mucho por lios comentarios que recibía sobre su enfermedad.

Se aisló de sus amigos, no quería hablar con nadie y dejó de ir a la escuela. No conocía a nadie de su edad tener VIH.

La labor de UNICEF en la vida de esta niña VIH positivo

En ese momento, le contaron a su abuela sobre un centro para niños con VIH que cuenta con el apoyo de UNICEF. “Hay un grupo que la apoyará”, le dijeron. Empecé a hacerle muchas preguntas a mi abuela: “¿Es verdad? ¿De verdad voy a morir? ¿Por qué me sale este?" Visitó el centro y cuando regresó me dijo que todas mis preguntas serían respondidas allí.

Allí conoció a muchos niños con su misma condición. Los trabajadores de la salud le han dado informaicó sobre todo lo relacionado a la enfermedad.  Ella tiene una misión y "es cambiar la forma en que la gente nos ve: los niños que viven con el VIH. Quiero eliminar el estigma que tienen en la cabeza".

 Con el apoyo de UNICEF, en una de las ferias benéficas, me paré junto a una pizarra que decía: 'Soy VIH positivo. ¡Abrázame!' Estaba tan feliz cuando cientos de personas se detuvieron, leyeron la pizarra, me miraron y me dieron un cálido abrazo. También vi a algunas personas que me miraban con una expresión extraña y caminaban. No sabían qué hacer. Me sentí triste por ellos. El miedo que albergan en sus mentes nace de la oscuridad de la ignorancia.

"Si más personas pudieran ver lo que sucede en la guardería del VIH, quizás ellos tampoco verían el VIH como un gran problema", dice. 

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