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Enfermedades

Fue al hospital por una tos que se le complicó y perdió sus piernas y un brazo 

La mujer, enfermera de profesión, se quitó la vida luego de que una sepsis provocara que le amputaran ambas piernas, el brazo izquierdo y cuatro dedos.

M. A. González

La mujer padeció una tos que se le complicó y provocó una sepsis. Posteriormente perdió sus extremidades y un brazo.(Redes sociales)

La mujer padeció una tos que se le complicó y provocó una sepsis. Posteriormente perdió sus extremidades y un brazo. | Redes sociales

Jayne Carpenter era una enfermera que estaba comprometida con su profesión, además de que cuidaba su salud y cuerpo siguiendo una buena alimentación y haciendo ejercicios. Sin embargo, su vida cambió por completo cuando una tos se le complicó y perdió las piernas y un abrazo, situación que la llevó a suicidarse. 

A sus 53 años la mujer sufrió una enfermedad que comenzó con una tos común pero que se convirtió en una sepsis, una abrumadora y extrema reacción que tiene el organismo ante una infección y que daña los tejidos.

Jayne Carpenter era una enfermera dedicada a su profesión que cuidaba su salud con una buena alimentación y ejercicios. Foto: Redes sociales

La sepsis provocó que Jayne perdiera ambas piernas, el brazo izquierdo hasta el codo y le amputaron cuatro dedos de su mano derecha.

Tras lo ocurrido, la enfermera inició una campaña en GoFundMe para alertar de los peligros de la sepsis.

DECIDIÓ QUITARSE LA VIDA

En un intento por retomar su vida, Jayne realizaba sus ejercicios y disfrutaba del baile con su par de piernas protésicas de metal, pero estas le causaban dolor e infecciones.

Ante esto, la enfermera recaudaba fondos para poder someterse a una cirugía con prótesis especiales que, según ella, le permitirían tener una vida diferente.

La cirugía me permitirá vivir la vida de una persona sin discapacidad. Todas las cosas que amaba hacer y mi independencia me fueron despojadas de la noche a la mañana”.

Sin embargo, el 7 de diciembre de 2020 Jayne llamó a su esposo para pedirle que recogiera al perro de la familia y cuando el hombre llegó a su hogar en Gales, encontró a la enfermera sin vida. 

Robert mencionó que después de la sepsis el estado de salud de su esposa comenzó a transformarse y llegó a beber más alcohol de lo normal e incluso se deprimió. La pandemia del Covid-19 y el confinamiento tampoco ayudaron a la salud de Jayne debido a que ya no podía salir a bailar o viajar como acostumbraba.

Debido a que la enfermera logró salir adelante de las adversidades, su familia consideró que no había signos o señales graves que alertaran por su salud mental y la decisión de quitarse la vida.

 

Con información The Daily Mail y The Sun

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