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Enfermedades

Estudio explica por qué fumar y  beber aumenta riesgo de cáncer de cabeza y cuello

Este tipo de cáncer normalmente se diagnostica a los 60-70 años de vida.

Mundo Sano

El riesgo de cáncer de cuello y cabeza aumentar con el tabaquismo y consumo de alcohol.(Freepik)

El riesgo de cáncer de cuello y cabeza aumentar con el tabaquismo y consumo de alcohol. | Freepik

Un equipo de investigadores describió el mecanismo por el que los pacientes con anemia de Fanconi (una enfermedad minoritaria) desarrollan tumores de cabeza y cuello. Además, los académicos comprobaron que es el mismo que explica por qué fumar y beber alcohol incrementa el riesgo de padecer estos cánceres en la población general. 

Publicado en la revista Nature, el trabajo de científicos del Instituto español de Investigación del Hotel de Sant Pau (IIB Sant Pau) y de la española Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) explicó que las células humanas están expuestas a diferentes agresiones del entorno que pueden provocar daños en el ADN, por lo que necesitan una reparación constante. 

Un estudio detalló por qué fumar y beber aumenta el riesgo de cáncer de cuello y cabeza. Foto: EFE

De acuerdo con el estudio, se comprobó que la deficiencia en el proceso natural de las células para reparar el daño que producen unas sustancias químicas que dañan el ADN, llamadas aldehídos, es la responsable del riesgo de presentar carcinoma de células escamosas de cabeza y cuello. 

UN CÁNCER QUE SE SUELE DIAGNOSTICAR EN PERSONAS MAYORES

Se trata de un cáncer que sufren de manera más frecuente y prematura las personas que nacen con anemia de Fanconi, una rara enfermedad que se caracteriza por presentar inestabilidad genómica y una deficiencia en la reparación del ADN, algo que provoca que sus células sean incapaces de eliminar las lesiones creadas por distintos factores ambientales. 

Estas personas pueden sufrir numerosos problemas médicos durante su vida, como son insuficiencia de la médula ósea, malformaciones congénicas y también un alto riesgo de desarrollar tumores de cabeza y cuello. 

El director del IIB San Pau y único autor español de la investigación, Jordi Surrallés, destacó:

Se trata de un tipo de cáncer que normalmente se diagnostica a los 60-70 años de vida y en personas con anemia de Fanconi puede aparecer alrededor de los 20-30 años y con una incidencia que puede ser 700 veces mayor que en la población general". 

 En este estudio, liderado por la doctora Agata Smogorzewska en la Universidad de Rockefeller de Nueva York (Estados Unidos), los investigadores analizaron las firmas genéticas de tumores de medio centenar de pacientes con anemia de Fanconi y las compararon con datos de cientos de tumores esporádicos de la población general.

Los resultados apuntaron que, en ambos casos, las células no pueden reparar el daño causado por los aldehídos en el ADN, haciendo que se acumulen las mutaciones que acabarán causando el cáncer.

Si bien en los enfermos de anemia de Fanconi el daño celular es como consecuencia de dicha enfermedad, en la población general hay otros factores.

BEBER Y FUMAR, FACTORES DE RIESGO

En este sentido, uno de los aspectos más importantes del estudio es que beber y fumar, factores que someten al cuerpo a aldehídos, favorecen la aparición de tumores por mecanismos similares a los que intervienen en la anemia de Fanconi.

"Estos resultados nos ayudan a entender los mecanismos implicados en el origen de este tipo de tumores y nos permiten buscar nuevas estrategias dirigidas a intentar contrarrestar este riesgo no solo en los pacientes con anemia de Fanconi, sino también en la población general donde la combinación de tabaco y alcohol también eleva mucho el riesgo de sufrir estos tumores", subrayó Surrallés, también investigador del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Raras (Ciberer).

Por su parte, la doctora Smogorzewska resaltó que estos hallazgos podrían explicar también por qué los tumores de cabeza y cuello de los pacientes con anemia de Fanconi suelen ser especialmente mortales, con una supervivencia de solo 17 meses de promedio tras el diagnóstico.

"Hay un estrago genómico completo, que perturba simultáneamente muchos sistemas distintos que normalmente impiden que nuestras células se desarrollen en cáncer y creemos que esta es una de las razones de la agresividad de estos tumores", destacó.

Estos resultados plantean nuevos retos de futuro, como podría ser encontrar fármacos que incidan en el mecanismo de reparación del daño causado por los aldehídos o manipular el proceso para que no se acumule esta sustancia dañina en el organismo.

Estas estrategias, si resultaran ser efectivas, podrían retrasar o evitar la aparición de estos tumores, tanto en los pacientes con anemia de Fanconi como en la población general.
 

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