En Colombia emprendedores diseñan una burbuja de protección ante el Covid-19

En Colombia emprendedores decidieron unirse a aportar un grano de arena en medio del coronavirus.

Es una especie de casco tipo burbuja muy parecida a los que usan los astronautas y las mismas según sus creadores son cómodas, seguras y construidas con elementos de la más alta tecnología.

Utiliza un sistema eléctrico y hace circular el aire para proteger a las personas de contagios. El ingeniero aeronáutico Andrés Felipe Giraldo, el diseñador industrial Ricardo Andrés Conde y el especialista en materiales aeronáuticos José Fabián Carmona son los que están a cargo. 

Este es un casco seguro para proteger al personal de salud, servicios comerciales y a las personas que viajan en avión.

"Los empezamos a diseñar hace un poco más de tres meses (...) hicimos 84 pruebas diferentes de configuración, hicimos más de 25 pruebas de materiales diferentes", detalla Giraldo, gerente de Quality Life Concept.

La idea es que el producto pueda llegar más adelante a mercados como Estados Unidos, España, Italia, Francia, Alemania y Polonia, explica, por su parte, Conde, quien aclara que el casco también lo puede utilizar cualquier persona.

Ellos están en la búsqueda de apoyo financiero.  Los cascos aparte de ser seguros, también son cómodos y confiables por estar fabricados con materiales de alta tecnología.

Su valor comercial se ubica en 109 dólares al cambio en Colombia en 400 mil pesos. Esta pesa 650 gramos y está compuesta por una estructura plástica; una parte eléctrica.

Está el sistema de motor,  filtros de alta calidad, como el N95, y una batería, que está en la parte trasera Funciona con la "presión positiva, es decir que la presión dentro de la burbuja es mayor a la atmosférica, generando que el aire tienda a salir y no a entrar", explica el ingeniero Giraldo.

La misma no se empaña, se ajusta al cuello con un velcro y crea una barrera física  que logra impedir que las personas se  toquen la cara o se la quiten. 

Esperan poder tener apoyo económico para poder fabricar al menos  unas 2.000 piezas al día.

"Actualmente estamos con una producción muy baja porque no tenemos moldes para procesos masivos de manufactura. El enfoque de la siguiente fase consiste en obtener la financiación (...) tanto con las primeras ventas como con inversionistas. Esperamos poder hacer moldes y sacar líneas masivas que nos puedan llevar a producir 2.000 caretas al día", apostilla Conde.

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