Hacer deportes de alto impacto hizo que joven descubriera una enfermedad cardíaca
Jade Ahankooble gustaba hacer deportes de alto impacto como lucha libre y artes marciales mixtas. A los 24 años tuvo que se operada de emergencia.
Jade practicaba deportes como lucha libre y artes marciales mixtas. | Pixabay.
De adolescente se dedicó a los deportes. Aunque tuvo una pausa, cuando empezó a practicar sentía que de forma ocasional le faltaba el aire mientras corría y su corazón se aceleraba mucho más de lo normal. Por un tiempo pensó que estaba fuera de forma porque había dejado de luchar.
Un médico le diagnosticó contracciones preventriculares, es decir que tenía un latido adicional en las cavidades inferiores del corazón y se le sugirió ir al cardiólogo, sin embargo en ese momento hizo caso omiso. "En mi mente, yo era joven y estaba súper en forma", dijo.
Después de la universidad Jade enseñó inglés en Corea del Sur e inició a practicar artes marciales mixtas hasta cinco horas al día. Un año después de su entrenamiento, comenzó a experimentar la falta de aliento y el corazón acelerado.
Los síntomas comenzaron a aumentar con los deportes
Para la primavera de 2014, ya entrenaba lucha libre en la escuela secundaria en Los Ángeles. Según Heart.org, sus síntomas ya ocurrían con más frecuencia y antes de la rutina de ejercicios. A veces, estos problemas de salud la hacían vomitar y hasta se desmayó una vez mientras demostraba un movimiento durante la práctica.
También había comenzado a salir con su ahora esposo Kia Ahankoob, pero no podía seguirle el ritmo. Un médico le recetó medicamentos contra la ansiedad y le mandó ir al cardiólogo. Esta vez sí acudió al especialista y le colocaron un monitor para rastrear la actividad del corazón y ver qué sucedía.
Cuando lo entregó, recibió una llamada urgente del cardiólogo. "Debe ir a la sala de emergencias de inmediato". Su corazón tenía un ritmo anormal y además su ventrículo derecho estaba perdiendo la capacidad de bombear sangre.
Su diagnóstico era genético
Jade tenía displasia arritmogénica del ventrículo derecho, una enfermedad progresiva hereditaria que suele aparecer en la edad adulta. Necesitaba un desfibrilador cardioversor implantable y que a los 24 años ya no podía hacer ejercicios que le forzaran su corazón.
Durante todo ese tiempo hasta la edad actual que son 31 años, se ha sometido a media docena de ablaciones que es un procedimiento para cicatrizar el tejido del corazón y ayudar a que tenga un ritmo normal.
Jade encontró un grupo de apoyo para mujeres con enfermedades cardíacas. Ella dijo que el grupo la ayudó a llorar la forma en que su vida había cambiado.
"Iba a ser maestra y entrenadora de lucha y ahora apenas podía caminar", dijo.
Su condición es a menudo genética. Mirando hacia atrás, Jade sabía de un tío que murió repentinamente mientras jugaba tenis a los 45 años, pero nunca fue diagnosticado. "Todavía es difícil para mí estar bien haciendo yoga cuando lo que solía hacer era luchar y golpear a la gente", dijo.
Con información de Heart.org.
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