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Bienestar y Belleza

El más longevo del mundo es un puertorriqueño de 112 años

Emilio Flores, el hombre más longevo del mundo con 112 años, recibió un Guinness World Records y compartió parte de sus vivencias y experiencias. 

EFE.

Una de sus hijas fue la primera persona en recibir la noticia de que su progenitor es el hombre más longevo del mundo.(EFE.)

Una de sus hijas fue la primera persona en recibir la noticia de que su progenitor es el hombre más longevo del mundo. | EFE.

Este 30 de junio el Guinness World Records lo confirmó como el hombre más longevo en el mundo, con 112 años y 236 días.

Su hija Tirsa Flores, una de los cuatro que tuvo Emilio con su esposa Andrea Pérez quien mantuvo una unión por más de 75 años, lo describió como jovial, cariñoso, pero recto en sus convicciones y amante de la lectura.

Solo cursó los primeros tres años de colegio, este hombre puertorriqueño.  "Yo salía con él para las tiendas y era bien jovial. Entabla una conversación con cualquier persona. Era muy dinámico, fuerte de carácter, pero amoroso. Cuando tenía que decir algo, lo decía a raja tabla", detalló Tirsa sobre algunos de los dotes que ostentaba su padre previo a tener que permanecer en cama por condiciones de salud.

Emilio nació el 8 de agosto de 1908 en Carolina, municipio aledaño a San Juan. Conocido como "Millo",  es el hijo mayor de Alberto Flores y Margarita Márquez, padres de once hijos.

Parte de la infancia del hombre más longevo del mundo 

Desde  pequeño, comenzó a ayudar a su padre quien trabajó en la agricultura, sembrando maíz, ají, pimientos y recogiendo huevos de las gallinas.

También se dedicaron a la siembra de la caña de azúcar, un producto que se daba con abundancia en la isla, y parte de sus labores se centraban en abonar y montar la caña en vagones.

Por ser el hermano mayor se dedicaba a labores domésticas y al cuidado de sus hermanos. También acudió a la escuela, de la cual solo completó los primeros tres años, en los cuales logró aprender a leer y escribir, logros que para su padre "fueron suficientes" para continuar adelante con su vida.

"Mi papá se fue a trabajar con su papá, pero nunca le perdonó no seguir estudiando, porque todavía, pasando sus 100 años, decía que su papá no había hecho bien, porque quería estudiar", admitió Tirsa.

"Siempre anheló ir a la escuela. Y aún con solo llegar a tercer grado, sabía mucho de matemática. Y le gustaba leer. Leía mucho el periódico y la Biblia. Cuando escribía, tenía una letra muy bonita. También le gustaba mucho la política y cantar", agregó.

Parte de su adultez y matrimonio 

Emilio Flores se casó a sus 27 años con Andrea, de 20 años. Tuvieron cuatro hijos: Irda Luz, Olga Soraida, Emilio Flores, conocido como "Millito", y Tirsa. Su esposa falleció el 1 de marzo de 2011 a sus 95 años.

El se fue de la isla de Puerto Rico para trabajar en el estado de Nueva Jersey, donde aún vive parte de la familia Flores, dijo su hija, ya septuagenaria.

En Nueva Jersey, según contó Tirsa, su papá trabajó en una lavandería y recogiendo frutas, y también vivió en Chicago (Illinois), donde trabajó en una fábrica de hielo.

Este 30 de junio el Guinness World Records lo confirmó como el hombre más longevo en el mundo, con 112 años y 236 días. EFE. 

No obstante, tras una situación familiar, Emilio, quien cuenta con cinco nietos y cinco bisnietos, se regresó a Puerto Rico y se quedó en la isla.

"Mi padre abandonó a su familia buscando mejores cosas, pero regresó y continuó trabajando como agricultor. Así fue que nos pudo sostener económicamente", destacó Tirsa. Ella nunca se casó, por lo que siempre ha vivido con sus padres.

Fue la primera persona en recibir la noticia de que su progenitor es el hombre más longevo del mundo. "Cuando recibí la noticia, pues me emocioné demasiado, y llorando de la alegría, de gozo, de felicidad, orgullosa y halagada de un padre que sufrió y luchó por todo lo que hizo para que nosotros fuéramos los mejores hijos", resaltó Tirsa.

El puertorriqueño logró la marca mundial que ostentaba el rumano Dumitru Comanescu, quien mantuvo el récord durante menos de un mes antes de fallecer el 27 de junio de 2020, a la edad de 111 años y 219 días.

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