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Alimentación

El sobrepeso y la obesidad pueden prevenirse con sencillas acciones desde temprana edad

Evitar golosinas y bebidas que contengan azúcar como refrescos, jugos de fruta y bebidas a base de jugo, bebidas energéticas y deportivas, así como bebidas lácteas aromatizadas, entre otras, es una de las medidas que recomienda la Organización Mundial de la Salud, OMS.

Raquel Guzmán

En los países en desarrollo, la prevalencia de sobrepeso y obesidad infantil entre los niños en edad preescolar supera el 30%, de acuerdo a datos de la Organización Mundial del Salud, OMS.(Shutterstock)

En los países en desarrollo, la prevalencia de sobrepeso y obesidad infantil entre los niños en edad preescolar supera el 30%, de acuerdo a datos de la Organización Mundial del Salud, OMS. | Shutterstock

En los países en desarrollo con economías emergentes (clasificados por el Banco Mundial como países de ingresos bajos y medianos) la prevalencia de sobrepeso y obesidad infantil entre los niños en edad preescolar supera el 30%, de acuerdo a datos de la Organización Mundial del Salud, OMS.

Si se mantienen las tendencias actuales, el número de lactantes y niños pequeños con sobrepeso aumentará a 70 millones para 2025, advierte el organismo mundial.

La obesidad infantil está asociada a una amplia gama de complicaciones de salud graves y a un creciente riesgo de contraer enfermedades prematuramente, entre ellas, diabetes y cardiopatías.

El sobrepeso y obesidad en México son un problema creciente, que no se estanca, y se encuentra en zonas ricas, pobres, rurales y urbanas de nuestro país. Así lo expuso la doctora Teresa Shamah Levy, directora adjunta del Centro de Investigación en Evaluación y Encuestas (CIEE) del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), durante su entrevista en el programa Simbiosis de TV UNAM.

La nutrición es un proceso integral: Tú puedes tener un anémico obeso, y el hecho de que tenga anemia depende en gran parte de la alimentación, de la absorción que pueda tener de hierro y del tipo de hierro biodisponible que tiene en su alimentación”, indicó Shamah Levy.

En cuanto a recomendaciones dietéticas a nivel poblacional, la doctora Shamah habló del índice de calidad de la dieta, el cual, traducido para la población, significa consumir una dieta equilibrada, es decir, alimentos naturales como frutas, verduras, granos con alto contenido en fibra y evitar los productos procesados.

En realidad, todos deberíamos saber que la gran mayoría de las muertes prematuras se podrían prevenir mediante sencillos cambios en la alimentación y en el estilo de vida. 

Los anterior lo señala el doctor Michael Greger en su libro "Comer para no morir", mundialmente reconocido como conferencista, médico y fundador de NutritionFacts.org., en ese best seller examina las 15 principales causas de muerte y cómo prevenirlas.

La causa número 1 son las enfermedades cardíacas y sugiere cambiar a una alimentación a base de vegetales no procesados, la cual se ha demostrado repetidamente que no solo ayuda a prevenir la enfermedad, sino a detenerla e incluso a revertirla.

Ofrecer a los niños más alimentos frescos y naturales evitará que tomen malas decisiones en cuanto a su alimentación en un futuro.
Ofrecer a los niños más alimentos frescos y naturales evitará que tomen malas decisiones
en cuanto a su alimentación en un futuro.

Consejos de la OMS para una alimentación saludable:

  • Consumir alimentos variados, incluidas frutas y verduras

Comer todos los días una combinación de cereales integrales como trigo, maíz o arroz, legumbres como lentejas o frijoles (judías), verduras y frutas frescas en abundancia, y algún alimento de origen animal, por ejemplo carne, pescado, huevos o leche. 
Como refrigerio entre horas, tome hortalizas crudas, fruta fresca o frutos secos sin sal.

  • Reducir el consumo de sal

Limitar el consumo de sal a 5 gramos diarios (equivalentes a una cucharadita). 
Al cocinar y preparar la comida, emplee poca sal y reduzca el uso de salsas y condimentos salados (como la salsa de soja, el caldo de carne o la salsa de pescado). 
Consultar las etiquetas de los alimentos envasados y elegir los productos con menor contenido de sodio. 

  • Consumir cantidades moderadas de grasas y aceites

Al cocinar, sustituir la mantequilla, el ghee o la manteca de cerdo por grasas más saludables como el aceite de oliva, de soja, de girasol o de maíz.
Consumir preferentemente aves y pescado, que por lo general contienen menos grasa que la carne de ternera, cordero o cerdo; aparte la grasa visible y limite el consumo de carnes procesadas.
Tomar leche y productos lácteos semidesnatados.
Evitar los alimentos procesados, horneados y fritos que contengan grasas trans de producción industrial.
Hervir los alimentos o cocinarlos al vapor en lugar de freírlos.

  • Limitar el consumo de azúcar

Evitar golosinas y bebidas que contengan azúcar como refrescos, jugos de fruta y bebidas a base de jugo, concentrados líquidos y en polvo, aguas aromatizadas, bebidas energéticas y deportivas, té o café listos para beber y bebidas lácteas aromatizadas.
Comer fruta fresca en lugar de dulces como galletas, pasteles y chocolate.

  • No ofrecer alimentos dulces a los niños

No se debe añadir sal ni azúcar a la alimentación complementaria hasta los 2 años, y a partir de esa edad solo se debe hacer en cantidades limitadas.

  • Mantener una buena hidratación bebiendo suficiente agua.

Con información de la Organización Mundial de la Salud, el Instituto Nacional de Salud Pública y Nutrition Facts.

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