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Alimentación

El caso de la joven que perdió el hambre por 15 meses tras un infarto cerebral

Durante esos meses la mujer perdió 13 kilogramos y no manifestó otros síntomas. 

M. A. González

La mujer canadiense sufrió la pérdida completa del hambre.(Unsplash)

La mujer canadiense sufrió la pérdida completa del hambre. | Unsplash

Tras sufrir un infarto cerebral, una joven de Canadá tuvo una pérdida completa del hambre por más de un año. Se trató de un caso inusual que llamó la atención de un grupo de médicos y que fue publicado en la revista Neurocase el pasado mes de agosto. 

La paciente de 28 años fue ingresada en 2020 a un clínica a causa de una parálisis del lado derecho del cuerpo y alteraciones del habla. 

Por medio de una resonancia magnética, la mujer recibió el diagnóstico de accidente cerebrovascular isquémico del lóbulo insular izquierdo (parte de la corteza cerebral ubicada en la profundidad del surco lateral del cerebro).

Dicha condición se presenta cuando el flujo de sangre a una parte del cerebro se detiene por algunos segundos y el cerebro no recibe nutrientes en ese momento. Como posible consecuencia puede ocurrir que las células mueren y ocasionar daños permanentes.

La mujer dejó de experimentar la sensación de hambre tras un accidente cerebrovascular. Foto: Unsplash

Sin sensación de hambre

La mujer canadiense recibió el alta médica once días más tarde. Sin embargo, seis meses después se dio cuenta que durante ese tiempo no había experimentado sensación de hambre y sin darse cuenta se saltó algunas comidas, pues al principio pensó que era consecuencia de la enfermedad y la fatiga.

La paciente decidió informar a los médicos sobre su situación cuando pasaron siete meses de su hospitalización. Tras examinar a la joven, un grupo de expertos de la Universidad de Montreal descubrió que su cuerpo no experimentaba ninguna señal fisiológica, como sonidos intestinales, que le indicara que era hora de comer.

Cabe mencionar que la mujer no presentaba problemas con la percepción del sabor, textura u olor de los alimentos, pero la pérdida del apetito ocasionó que dejara de tener esa sensación de placer por sus comidas y productos favoritos. 

Regresó el apetito

Cuando pasaron 16 meses del accidente cerebrovascular, la canadiense volvió con los doctores para un nuevo estudio y les reveló que la sensación de hambre había regresado un mes antes. 

Durante esos meses la mujer perdió 13 kilogramos y no manifestó otros síntomas. 

Ante este caso, investigadores subrayaron que la pérdida de hambre no se relacionaba con el uso de medicamentos, de sustancias o un trastonos clínico y tuvo una duración de 15 meses

El equipo de especialistas indicó una relación directa entre el problema y el infarto cerebral y señaló que se trata del primer caso que se describe en la literatura médica. 

Especialistas especificaron que el lóbulo insular evalúa en general el estado fisiológico del cuerpo, desempeñando un importante rol en el procesamiento de las señales del gusto y participando en el control del apetito y el equilibrio energético.

Debido a que su función se vio afectada en el caso de la mujer, el equipo considera que ocasionó un desequilibrio en el sistema nervioso autónomo. 

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