¡Disfruta la fruta! Consumirla puede mejorar tu salud

El consumo de al menos, 5 raciones de frutas y hortalizas al día, ayuda a llevar una dieta equilibrada, y juega un papel importante en cualquier etapa de la vida. Son alimentos bien aceptados por la mayoría de las personas y a todas las edades.

Las frutas frescas pueden consumirse al natural o en zumo, trituradas y batidas con yogur o leche, en compota o en puré, asadas, cortadas en trozos para macedonia, entre otras apetitosas y saludables opciones.

Al menos un 75% del peso de las frutas es agua, y en algunas, como la sandía, la proporción de líquido llega al 90%. La piel, la circulación sanguínea y el organismo se benefician de esta fuente natural de hidratación.

Las frutas son alimentos indispensables para la salud. Aportan pocas calorías, son ricas en fibra, vitaminas y minerales, y contienen nutrientes que protegen frente a las enfermedades degenerativas. También ayudan a reducir el colesterol y benefician el tránsito intestinal. 

Según los nutricionistas, el consumo de al menos, 5 raciones de frutas y hortalizas al día, ayuda a llevar una dieta equilibrada, y juega un papel importante en cualquier etapa de la vida. Son alimentos bien aceptados por las personas mayores, fundamentales en la adultez e imprescindibles para la infancia y adolescencia, dos etapas clave de crecimiento. 

La campaña “5 al día”, un movimiento internacional que promociona el consumo de frutas y hortalizas en el mundo, ofrece una serie de buenas razones para incluir este “dulce y fresco regalo de la Naturaleza”, en tu mesa de cada día:

• Las frutas frescas pueden prepararse de infinidad de maneras. Pueden consumirse al natural o en zumo, trituradas y batidas con yogur o leche, en compota o en puré, asadas, cortadas en trozos para macedonia, entre otras apetitosas y saludables opciones.
• No engordan. En las frutas, el contenido de grasas es ínfimo, y en general contienen pocas calorías, en relación a su peso, a excepción de las más dulces, que son más energéticas. 
• Aportan minerales vitales para el organismo. Las frutas son ricas especialmente en potasio y magnesio, y además contienen también pequeñas cantidades de calcio y hierro.
• Reducen el colesterol. Gracias al efecto de arrastre y depuración que ejerce su fibra en los intestinos, ayudan a eliminar este compuesto graso que perjudica las arterias. 
• Además de comerse, ¡pueden beberse!. Los zumos naturales, siempre y cuando estén hechos en casa y en el momento en que se van a consumir, son muy similares en sus propiedades a las frutas en fresco, por lo cual, suponen una buena alternativa al consumo de piezas de fruta.
• Son una fuente de vitaminas imprescindibles. Las frutas más ricas en vitamina C son los cítricos como la naranja o el pomelo, la fresa, el fresón y el kiwi, mientras el albaricoque, el melón, el mango, el melocotón y la nectarina, contienen abundante en vitamina A.
• Ayudan al tránsito intestinal. Gracias a su elevado contenido el fibra vegetal, que aporta humedad y consistencia a las heces, las frutas ayudan a regularizar las evacuaciones. Por otra parte, aunque no son de las frutas que más fibra aportan, las ciruelas tienen un especial efecto laxante, el cual proviene de un aminoácido que contienen. 
• Hidratan por fuera y por dentro. Al menos un 75% del peso de las frutas es agua, y en algunas, como la sandía, la proporción de líquido llega al 90%. La piel, la circulación sanguínea y el organismo en general se benefician de esta fuente natural de hidratación.
• Nunca son “aburridas”. Existen decenas de frutas comestibles, con distintos sabores, texturas, formas y colores, lo cual permiten variar su consumo.
• Son muy versátiles en la cocina. Pueden añadirse a una ensalada, formar parte de una salsa, o incluso incluirse en bocadillos, ser el ingrediente de una crema de verano.

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