Consumir menos agua puede afectar tu concentración y otros problemas de salud
En medio del confinamiento muchas personas han disminuido su consumo de agua y aumentado la ingesta de alimentos ricos en grasas y azúcares.
Debe tomarse al menos dos litros de agua al día. | Pixabay.
Siempre nos han dicho que hay que tomar al menos ocho vasos de agua al día y esto no debe ser una excepción en medio de la pandemia.
Rebeca Camacho Trujillo, licenciada en Nutrición adscrita a la Dirección de Medicina del Deporte de la Dirección General del Deporte Universitario (DGDU), durante una charla transmitida por Facebook Deporte UNAM indicó que se debe consumir más líquidos a pesar que se ha disminuído la actividad durante el aislamiento social.
"En caso de no hacerlo, se pueden presentar problemas de concentración, memoria, destreza y capacidad de respuesta intelectual. Aun estando dentro de casa, necesitamos hidratarnos adecuadamente”.
El consumo del agua no solo es importante sino la alimentación
La experta detalló que si se come de más y no moverse, la persona podría aumentar un kilogramo de peso corporal al mes. "Estar sentados durante un tiempo prolongado es lo que nos ha llevado a subir de peso, sobre todo en el encierro”.
La especialista aconsejó realizar ajustes en la actividad diaria. “O comemos menos o nos movemos más. Simplemente estar de pie es la diferencia. Es indispensable abandonar el hábito de estar sentados”.
La experta comentó que, en promedio, una mujer adulta necesita consumir alrededor de 2.72 litros de agua cada día y un hombre adulto requiere alrededor de 3.72 litros. Esto es proveniente de alimentos sólidos y líquidos.
Es importante aclarar que con la ingesta de líquidos debe evitarse el consumo de refrescos y jugos envasados que son bebidas azucaradas como fuentes de hidratación.
A lo largo de la charla, Rebeca Camacho también enfatizó la relevancia de realizar cotidianamente actividad física, aunado al rigor en el cuidado de la alimentación, y agregó que los suplementos sólo sirven como auxiliares para lograr una mejor nutrición en casos específicos.
“Valórese el consumo preferente de leche descremada y la reducción en leguminosas, cereales, azúcares y grasas”.
Con información de Gaceta UNAM.
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